El Real Madrid ha salido del Coliseum peor parado de lo que esperaban. Carlo Ancelotti alineó a varios de los menos habituales con la mirada puesta también en la final de la Copa del Rey del próximo sábado ante el FC Barcelona.
Además de Arda Güler, que anotó un gol desde fuera del área, Endrick, quien tuvo sus más y sus menos con Domingos Duarte, y Brahim Díaz, el italiano puso una defensa con muchos suplentes: Lucas Vázquez, Fran García y David Alaba.
Tras una buena primera mitad, el defensa austriaco tuvo que abandonar el partido en el descanso por unas molestias en su pierna izquierda. Mañana será sometido a diferentes pruebas en Valdebebas para conocer el alcance de su lesión.
En su lugar entró Eduardo Camavinga, haciendo que Tchouaméni pasase al puesto de central junto a Raúl Asencio. El centrocampista francés realizó un gran esfuerzo, abarcando gran parte de su propio campo en el Coliseum hasta el minuto 85.
A la salida de un contraataque, el '6' madridista comenzó a correr con el balón hacia el campo del Getafe. En ese momento, recibió la falta de Luis Milla, que le impidió el paso y terminó rodando por el césped.
En ese momento, Camavinga se quedó tumbado en el terreno de juego, llevándose la mano al abductor y a la cara. El Real Madrid ya había agotado todos los cambios, por lo que el francés se puso en pie e intentó continuar, pese a que Tchouaméni había pedido recientemente el cambio.
Pero el francés no estaba bien. Y se pudo ver en la siguiente jugada del partido, donde el balón, en posesión del Getafe, pasó a su lado y ni siquiera hizo el intento de ir a por él. Fue entonces cuando volvió a tumbarse en el césped.
Aunque a Carlo Ancelotti no le quedaban más cambios, le dijo a Camavinga que se marchase del terreno de juego. Un Camavinga visiblemente dolorido en su abductor. Al igual que a David Alaba, se le realizarán las pruebas necesarias para dictaminar su lesión, pero la del francés tiene peor pinta y su presencia en la final de La Cartuja peligra seriamente.