Esteban ya está en casa
"Después de 12 años vuelvo a mi casa, a mi sala de prensa, a mi club". Así comenzó Esteban su primera rueda de prensa como jugador del Oviedo. En la mesa estuvo acompañado por el presidente de la entidad, Jorge Menéndez Vallina, y por el director deportivo, Carmelo del Pozo. La emoción que él sintió fue similar a la de los 3.000 que le esperaban en las gradas del Carlos Tartiere.
Cuando se produce un fichaje como el del Esteban por el Oviedo, siempre hay advenedizos que tratan de colgarse medallas. El avilesino lo zanjó por la vía rápida: "Sólo hay cuatro personas que participaron en este fichaje, Carmelo del Pozo, Jorge Vallina, Joaquín del Olmo y un amigo mío que está en esta sala de prensa; ellos me demostraron que querían que estuviese aquí y por eso estoy, el resto que diga lo que quieran pero la realidad es ésta y punto". Explicado esto, lanzó su primer deseo: "Vengo con ganas de poner este club donde debe estar".
La decisión de renunciar a un contrato en Primera División para jugar en Segunda B no es fácilmente comprensible para mucha gente pero Esteban le da la vuelta: "Dejo la Primera para jugar en el Oviedo, nada llena como el agradecimiento de volver aquí" y explicó que los futbolistas "a veces no juegan donde quieren y yo he tenido la fortuna de elegir destino y soy un privilegiado por estar aquí".
Conseguir rebajar la presión que rodea al Oviedo es una tarea que muchos han intentando y que casi nadie ha conseguido. Esteban no quiso dejar pasar su oportunidad: "Nos equivocamos si ya empezamos a hablar del ascenso", dijo con rotundidad. A su juicio lo primero es "saber que el equipo vamos a tener", porque "de momento tenemos uno cuantos fichajes y una historia importante a nuestras espaldas"; lo siguiente será "saber los grupos que hay y saber quiénes serán mis enemigos que están todos fuera del Tartiere"; por ultimo dejó claro que "tengo muchas gana de volver a entrenar y luego ir domingo a domingo y si estamos a un nivel bueno y lo conseguimos estupendo".
Esteban tiene muchos motivos para sentirse feliz con su regreso a Oviedo, pero sobre todos destaca uno: "Lo que más me llena de orgullo es que mis hijos me vean jugando aquí".
Si alguien cree que Esteban llega a Oviedo con ganas de hacerse con el poder absoluto del vestuario se equivoca. El avilesino quiso dejar claro que: "El brazalete tiene dueño, soy el último mono, tengo unos compañeros por delante que han sufrido, se merecen mi respeto y mi agradecimiento, les ayudaré en todo lo que pueda. Hay que hacer un grupo fuerte y ganar pero hay que estar preparados para las derrotas".
