Sensaciones reafirmadas con la primera victoria
El Real Oviedo sumó sus tres primeros puntos y cogió fuerzas antes del derbi, en una semana en la que también habrá Copa. Anquela decidió volver al 4-4-2 en el retorno al Tartiere y le dio la manija del juego a Patrik Hidi, después de las buenas sensaciones que dejó el húngaro en los dos primeros partidos de la temporada. Diegui ocupó la banda derecha por delante de Cotugno, y Linares acompañó a Toché en punta igual que en el partido ante el Rayo.
El partido comenzó trabado. Ramón Folch y Patrik Hidi intentaban hacerse con el peso del partido en el centro del campo, pero la presión del Reus impedía al conjunto azul controlar el balón. En una entrada por banda del equipo catalán llegó la primera acción de peligro. Máyor se plantó solo ante Juan Carlos que sacó una mano para evitar el gol cuando el delantero le picó el balón.
El Oviedo salió con un poco menos de intensidad que en los dos primeros partidos, pero fue acelerando con el paso de los minutos. Christian y Diegui avisaron y Toché no perdonó. Dos jornadas sin marcar eran muchas para el delantero azul, que a la primera que tuvo en una segunda jugada tras un servicio de Christian Fernández la cazó de chilena y la mandó para dentro en el minuto 26.
El Oviedo mandaba en el partido, pero se llevó un importante susto en el minuto 31, cuando Héctor Verdés y Carlos Hernández no se entendieron y a punto estuvo de aprovecharse Máyor, pero nuevamente Juan Carlos salió rápido e impidió el gol en el uno contra uno. Fue el único despiste en los primeros 45 minutos, que concluyeron con una gran ocasión de Diegui tras un buen pase de Saúl castigando la espalda de Álex Menéndez y dejando solo al canterano ante Badía, pero Johannesson no fue capaz de chutar entre los tres palos y el balón se marchó desviado.
Los problemas se le acumularon a Anquela, que tras el descanso tuvo que sustituir con molestias a Diegui y a Hidi y dio entrada a Pucko y Rocha. La estrategia estaba dándole rendimiento al club azul, al menos en cuanto a ocasiones, y Verdés volvió a conectar un buen remate nada más comenzar la segunda mitad, pero atajó Badía. La banda derecha azul continuó activa con Pucko, castigando la espalda de Álex Menéndez y en una buena acción del esloveno llegó el segundo, tras anticiparse Toché y ganar el primer palo para tocarla lo justo y que el balón fuera al fondo de las mallas.
El Oviedo se encontraba cómodo y el Reus no era capaz de crecer hacia la portería contraria. Saúl tuvo la sentencia en una de esas jugadas que tanto le gustan, yendo hacia dentro y buscando la escuadra del segundo palo, pero el balón se marchó desviado por poco. El Reus reaccionó y a punto estuvo de anotar el primero en el 58, cuando Ricardo Vaz recibió en el área, pero Cotugno llegó bien a taponar y tocó lo justo para que el balón no fuera entre los tres palos.
Poco a poco fue creciendo el conjunto catalán, pero sin crear excesivo peligro en la portería azul. David Haro y Édgar lo intentaron, pero no pusieron en excesivos apuros a Juan Carlos. El Oviedo acusó el cansancio y eso es algo que Anquela tendrá que gestionar en esta importante semana. En los últimos minutos, el conjunto azul dio un pasito atrás y varios de sus jugadores se mostraban bastante cansados. Uno de ellos era Saúl, que olvidó los calambres para ganarle el uno contra uno a Íñiguez y disparar a puerta, pero rechazó bien Badía. Todavía quedaba tiempo para la sentencia, que llegó en el 88 con un buen gol de falta desde la frontal de Rocha, al palo del portero que sorprendió al guardameta catalán.
El gol desató la alegría en las gradas del Tartiere, que coge confianza y puntos de cara al derbi de la semana que viene. El Real Oviedo da un golpe sobre la mesa y consigue además la primera portería a cero de la campaña, algo que seguro dejará buen sabor de boca en Anquela, que ya ve como el equipo suma sus tres primeros puntos.
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