Paso de gigante

Crecer fuera de casa es clave en una categoría como la Segunda división y eso es algo que está comenzando a hacer el Real Oviedo y que ha reafirmado en el Artés Carrasco con una victoria solvente. Los azules llegaron a Lorca en buena dinámica, con la mente puesta en continuar esa proyección de puntos y de sensaciones y dar un golpe sobre la mesa lejos del Carlos Tartiere.

El Oviedo comenzó mandando en el partido desde los primeros minutos y se acercó peligrosamente mediante Linares y Yeboah, pero ninguno consiguió inquietar seriamente a Dorronsoro hasta el minuto 14, cuando llegó el primer gol. Y nuevamente fue la estrategia a favor la que dio frutos. Saúl buscó la frontal directamente desde la esquina y el centro teledirigido lo remató de volea a la perfección Rocha, alojando el balón en el fondo de las mallas.
El Lorca intentó revolverse del contról al que estaba sometido y solamente en una sucesión de balones colgados rondó la portería de Alfonso Herrero, pero sin disparar a la portería del guardameta azul.
El Oviedo frenó de raíz esa tímida reacción cuando en el 26 Saúl sacó el centro a pierna cambiada buscando a Linares, que no remató en primera instancia. El balón golpeó en el segundo palo y el rechace quedó sobre la línea, donde estaba precisamente el aragonés, que metió la cabeza desde el suelo para anotar el segundo tanto.
Los azules interpretaron el partido a la perfección y castigaban los puntos débiles del Lorca, con la movilidad de Saúl y Yeboah, ante un Lorca que no acababa de comprender el esquema de Anquela.
Movió piezas Curro Torres en el descanso y ganó un poco de mordiente, pero no conseguían los locales generar ocasiones claras. Pudo acabar de sentenciar el Oviedo en el 62, cuando Linares se quedó sólo delante de Dorronsoro tras un gran pase de Saúl, pero el portero logró tocarla fuera del área para evitar que el balón fuera a portería.
El Real Oviedo tuvo el partido bajo control también en la segunda mitad y el Lorca no fue capaz de generar ninguna ocasión clara de peligro. El balance no puede ser más positivo, con una victoria solvente lejos del Tartiere que permite a los azules proyectarse en la tabla y reafirmar las sensaciones de las últimas jornadas.