Oxígeno para el doble pivote
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Y, ahora, el Tartiere para coger carrerilla
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El Real Oviedo vuelve a sonreír lejos del Tartiere
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Recortando distancias
Anquela no es un entrenador de grandes cambios. Una vez que define la idea la mantiene, y para que cambie, tiene que tener mucho trabajo detrás. Así lo ha demostrado esta temporada en el Real Oviedo, en la que apostó por un dibujo y unos hombres, pero en la fase final de la campaña, cuando los depósitos empiezan a marcar reserva, están apareciendo nuevos protagonistas para aportar frescura.
Uno de esos protagonistas es McDonald Mariga. El keniano había disputado pocos minutos a lo largo de la temporada, pero ante el Granada, Anquela apostó por él para acompañar a Ramón Folch. Mariga cuajó una notable actuación, siendo de los destacados, pero la convocatoria con su selección rompió su continuidad con los carbayones.
Una jornada fuera y otra tocado tras llegar con el tiempo justo de la citación internacional impidieron que siguiera acumulando minutos, abriéndosele la puerta de nuevo en Lugo. Mariga volvió a ser titular y volvió a despachar una buena actuación, aunque acabó el partido un poco justo de físico.
Su figura ayuda a que Ramón Folch esté más liberado y aporta más músculo y presencia a una zona clave en todos los equipos. Cada vez queda menos y Mariga es uno de esos jugadores que por como ha ido la temporada, aporta frescura y oxígeno de cara a la recta final.