Un Oviedo irreconocible
El Real Oviedo sufrió su primera derrota de la temporada, y además llegó de manera contundente, ya que el Zaragoza se impuso por 0-4 en el Carlos Tartiere. Los carbayones no mostraron argumentos de las buenas sensaciones de las primeras jornadas, y acumularon problemas en todas las líneas a lo largo de los 90 minutos.
Unos problemas que se repiten en el caso de la línea defensiva. Al Oviedo le está costando echar el candado en esta fase inicial de la temporada, y varios de los goles de este sábado llegaron, como otros en esta campaña, por errores concretos. Como el primero. Ya desde la asistencia de Javi Ros, que recibe solo en el centro del campo y manda el balón a la espalda de los centrales sin oposición. Carlos Hernández no pudo despejar, Alfonso no acabó de salir y Álvaro Vázquez se aprovechó de la situación. En el segundo tanto, Verdasca se impuso en la marca individual a Christian Fernández a la salida de un córner. Los otros dos goles ya fueron con el equipo volcado y con numerosos y amplios espacios en defensa.
Pero es que también naufragó la línea que mejor sabor de boca estaba dejando. El centro del campo se vio superado en todo momento por el Zaragoza. Idiakez dibujó un rombo con Javi Ros, Pombo, Igkebeme y Zapater, que se impuso al trivote formado por Tejera, Boateng y Javi Muñoz. Cuatro hombres contra tres, situación que dio el mando del partido a los maños.
Y en ataque, el Oviedo tuvo poca presencia dentro del área, con un Joselu (debutante en el once), desasistido. Los intentos carbayones llegaron por la inspiración de un Saúl que intentó echarse el equipo a la espalda, pero que no fue capaz de encontrar rematador en sus múltiples internadas por banda izquierda.
Un partido para olvidar de los azules, que borraron de un plumazo la buena imagen del arranque liguero. Fue un Oviedo irreconocible.
