Sabe a poco

El Real Oviedo volvía este domingo al calor del Tartiere, después de no haber sido capaz de sacar adelante los últimos partidos como visitante, con la importancia que ello conlleva de cara a los partidos como local. Durante toda la semana se venían barruntando cambios en la alineación, e incluso posiblemente en el esquema, pero Anquela no daba pistas. La disposición fue finalmente la misma que en las últimas semanas, pero con numerosas caras nuevas. La más significativa, en la portería, con la entrada de Champagne. Ibra también fue titular, escorándose así Joselu a la derecha y desplazándose Bárcenas al lateral.

Precisamente esa apuesta por Bárcenas en el carril a punto estuvo de dar resultado pronto. En el primer minuto de partido, Saúl tiró la diagonal desde la izquierda y vio la entrada de Bárcenas por la derecha, que remató arriba tras controlar en el área.

Ibra se venía reivindicando en los últimos partidos desde el banquillo y hoy lo hizo desde el once inicial. Intervino en numerosas jugadas en los primeros minutos y forzó un córner del que nació su gol. Tejera recogió un balón en la frontal y disparó con la zurda, un remate que se marchaba desviado, pero que Ibra se encargó de hacer bueno. El senegalés la cazó y con un preciso giro de cabeza mandó el balón al fondo de la portería de Parera.

El Oviedo siguió con la mismo intensidad y el Mallorca estaba neutralizado. Ramón Folch pudo anotar el segundo después de una llegada de Saúl por la izquierda. El catalán recogió un balón rechazado, después de que Ibra intentara sacar el disparo y Parera tuvo que rechazar el chut del catalán. Carlos Hernández también tuvo una buena ocasión después de un remate en una falta lateral que se fue desviado por poco. Antes del descaso, también la tuvo Tejera, con un disparo desde la frontal que rechazó Parera sin que Joselu ni Ibra pudieran llegar al balón suelto.

Tras el descanso llegó pronto el empate del Mallorca, en la que fue la primera llegada peligrosa de los bermellones. Aridai recibió un balón en la banda derecha y tuvo tiempo para controlar y sacar un buen centro a la llegada de Lago Junior. Con él entraba Carlos Hernández, en el que acabó rebotando el balón antes de alojarse en la portería de Champagne. Otra vez el Oviedo se veía penalizado con muy poco.

Y a punto estuvo de hacer más daño el Mallorca. Y desde el balón parado. Primero en una falta lateral, cuando Pedraza entró libre de marca y remató muy cerca del poste y posteriormente en un córner, con Xisco Campos anticipándose en el primer palo.

La producción ofensiva de los azules en la segunda mitad bajó y se centró en las internadas de Bárcenas por la derecha. Anquela retiró a Joselu, un delantero y a Saúl, extremo, para dar entrada a dos hombres del centro del campo, como Javi Muñoz y Boateng. El Oviedo, con cuatro centrocampistas se hizo dueño del balón, poblando la medular y dejando las bandas para los carrileros.

Cuando esa apuesta se asentó, el Oviedo comenzó a llegar con mayor presencia. Tras una buena combinación de Folch con Tejera, que adelantó su posición, Ibra recibió en el área y remató fuera protestando un posible penalti. Folch también tuvo una buena ocasión al rematar en el segundo palo un balón a la salida de un córner. En los minutos finales, los azules se volcaron hacia la portería de Parera, con un Bárcenas muy incisivo y tratando de aprovechar las múltiples acciones a balón parado de las que dispusieron pero sin acierto con la portería rival. El descuento no fue apto para cardíacos. Con el Oviedo volcado, Aridai a punto estuvo de darle los tres puntos al Mallorca, pero Champagne se lanzó felino en el uno contra uno a por el balón. El Oviedo se lleva un punto de un partido en el que mereció más en cuanto a ocasiones, pero en el que volvió a ser penalizado por el gol visitante.