Los puntos débiles
Es una realidad que el Real Oviedo ha planificado esta temporada corrigiendo los errores de la pasada campaña. La dirección deportiva azul ha respondido a las peticiones de Anquela, que se centraban en dos direcciones. Una delantera de garantías y una plantilla corta. El verano arrojó un equipo con 19 jugadores, y dos apuestas importantes como Joselu e Ibrahima para complementar a Toché. Pese a ese aspecto de plantilla corta, el equipo está compensado, sin grandes agujeros, amparado también por la aparición de Javi Hernández, pero con alguna posición que sí que podría retocarse en el mercado de invierno, aunque no haya objetivos claros a los que atender.
La marcha de Aarón dejaba descubierta la línea de tres cuartos, con únicamente Saúl y Bárcenas disponibles para esas posiciones entre líneas o cayendo a las bandas. Omar Ramos cubrió la salida del ilicitano para esas posiciones en las que también puede echar una mano un hombre como Diegui Johannesson. Un jugador más no vendría del todo mal para esa zona, aunque Joselu también ha jugado en ocasiones por la banda derecha.
El lateral derecho puede ser el otro punto flaco de la plantilla carbayona, sobre todo teniendo en cuenta las numerosas lesiones que están lastrando a Carlos Martínez. Diegui Johannesson está teniendo que multiplicarse, bien como lateral, bien como carrilero o bien como extremo. El ex de la Real Sociedad únicamente ha disputado 295 minutos, contando los del partido de Copa ante el Mallorca y las sensaciones no acabaron de ser óptimas, acabando de nuevo 2018 también lesionado.
El resto de la defensa, con la aparición de Javi Hernández, el centro del campo, con cuatro hombres para dos puestos y la delantera, con tres jugadores para una posición están cubiertas con garantías, aunque no se estén quizá encontrando los rendimientos esperados. Algo que sucede en cierta medida también en la portería, con dos porteros diferentes y complementarios, pero que no acaban de echar el candado a la portería del Oviedo.
