Más de un lustro desde la última vez que se jugó a puerta cerrada en el Tartiere
El Real Oviedo disputará sus dos próximos partidos a puerta cerrada. El Covid-19 no se ha aliado con el calendario y ambos encuentros se van a disputar en el Carlos Tartiere. El factor campo que iban a tener los azules queda, de esta manera, desvirtuado.
Si echamos la vista atrás, hace no muchos años, el Oviedo se vio obligado a jugar parte de un partido a puerta cerrada. El motivo de aquella medida no estuvo relacionado con una emergencia sanitaria, sino por decisión del Comité de Competición. El incidente se produjo en diciembre de 2013, en Segunda B, en un partido contra el Racing de Ferrol.
El conjunto carbayón llegó ganando al descanso 1-0 con gol de Cervero. Mientras se retiraban los jugadores y el trío arbitral a los vestuarios, el lanzamiento de un petardo al túnel de vestuarios desencadenó la decisión del árbitro de suspender el partido. El artefacto no hirió a nadie, pero el colegiado del partido tomó esta determinación al considerar que su integridad y la del resto de actores no estaba garantizada.
En ese momento comenzó el trabajo en los despachos para determinar cómo se jugaba el tiempo restante. Los gallegos pedían que se le diera el partido por ganado, porque eran los máximos perjudicados. Al final, el Juez de Competición ordenó que la segunda parte se jugase a puerta cerrada en el Tartiere.
La reanudación del partido no dejó buen sabor de boca a los azules que cayeron derrotados por 1-2. Los gallegos le dieron la vuelta a un partido en el que los azules terminaron con dos menos. La primera expulsión antes de suspenderse, y la segunda con el partido a puerta cerrada.