Pacheta quiere 'pescar' en el Real Oviedo: acaba contrato y Ronaldo trabaja en su fichaje
El Real Oviedo salía de vacío el pasado domingo de Zorrilla ante un Valladolid que, con el excarbayón Pacheta en el banquillo y Ronaldo Nazário en la grada, se hacía con los tres puntos. El encuentro sirvió para que el propio técnico blanquivioleta siguiera de cerca la progresión de un futbolista del conjunto azul que le ha enamorado y se ha convertido en el principal objetivo del Pucela de cara al mercado de fichajes del próximo verano. Se trata de Borja Sánchez, a quien el Oviedo no se plantea ni mucho menos vender.
A sus 25 años, el extremo ovetense suena con mucha fuerza en tierras vallisoletanas tras las declaraciones de un Pacheta que alabó en la rueda de prensa pospartido a la que es una de las estrellas del equipo de Ziganda: "El Oviedo tiene jugadores muy buenos y para mí Borja Sánchez es buenísimo. Es un extremo que puede jugar por dentro y por fuera, y que tiene con un control orientado maravilloso. Desde siempre me lo ha parecido", aseguraba el burgalés.
En lo que va de curso, Borja Sánchez suma un gol y seis asistencias, erigiéndose como uno de los pilares de un Real Oviedo bien posicionado en la tabla. Así las cosas, las únicas opciones del Valladolid pasan por el ascenso, pues el futbolista carbayón están en la agenda de varios equipos de LaLiga Santander, como el Granada CF, y en caso de abandonar el Carlos Tartiere el próximo verano lo haría con destino la categoría reino del fútbol español, esa a la que el Oviedo también aspira estar el próximo curso tras su buena primera vuelta.
Una renovación enquistada
El contrato de Borja Sánchez toca a su fin el próximo 30 de junio de 2022, y en poco más de dos semanas será libre para negociar su incorporación a cualquier otro equipo de cara al próximo verano. El atacante siempre ha dejado claro que es feliz en el Real Oviedo, pero pese a que a principios de año el acuerdo para su renovación hasta 2025, con una cláusula de rescisión de 10 millones, se daba prácticamente por cerrado, las negociaciones llevan meses en punto muerto. Una situación que no pasa desapercibida para Ronaldo.