Aburrimiento, olfato nulo y otra jornada sin ganar para el Real Oviedo
Cinco partidos sin ganar. Dos puntos de los últimos 15 en juego. Los números hablan por sí solos. También las sensaciones que transmite un Real Oviedo inoperante, con un miedo a la hora de plantar cara a su rival que se transforma en imprecisiones. Y eso, casi siempre, se traduce en la antítesis de las victorias. Ante el Tenerife volvió a suceder. Lo más emocionante de la noche, el recuerdo en forma de minuto de silencio por Pelayo Novo.
El equipo de Álvaro Cervera sumó un punto insípido ante el Tenerife que nada cambia. De esos que te hacen marcharte del estadio o apagar el televisor y quedarte igual que 90 minutos antes. El Tartiere lo reclama y el enfado empieza a ser la tónica general, pese a que en los días previos el ambiente invitaba al optimismo y existía un llamamiento generalizado para estar con el equipo.
La expectación que se había generado alrededor de este partido se transformó en humo desde muy pronto. El Oviedo arrancó con muchas imprecisiones. Atrás, delante, en la portería. Y llegadas muy escasas, más allá de algún disparo de un Borja Bastón que sigue con la pólvora mojada.
En el segundo tiempo, más de lo mismo. Algo más de intensidad, de ganas de mostrar, pero con una incapacidad que ya preocupa a propios y extraños. El colchón sobre el descenso sigue ahí -aunque puede verse reducido tras esta jornada- pero las sensaciones que transmite este Oviedo son tremendamente lejanas a lo que pide una afición aburrida.
Aquí aburría hasta las ostras digo en Cádiz, así que lo mejor que podéis hacer es echarle lo antes posible a Cervera, tuvo mucha suerte, sus partidos eran infames, no se jugaba a nada, los jugadores explotaron cuándo dijo que no sabían dar dos pases seguidos, así que ellos lo remataron del todo si queréis al Oviedo en segunda el año que viene ya sabéis.
No se entiende que Borja sanchez no sea titular y tampoco se entiende que siga sacando a Enrich (no lo quiero ni para el Marino de Luanco 2ªfederacion)