La Real está a otro nivel
Sí. Este partido lo ha dejado claro. La Real Sociedad es mejor equipo que el Athletic. Y quien diga lo contrario querrá autoengañarse. Lo dice la calidad de sus jugadores y lo evidencia la tabla clasificatoria. Es un derbi. Y los derbis no saben de excusas. Los derbis se juegan, se sienten, se sufren y se ganan. Eso decía mi compañero Juan Rodríguez en la previa, y es lo que ocurrió.
A ver si poco a poco fuera de Gipuzkoa se dan cuenta de quién es el grande en la actualidad en los derbis vascos. A veces parece que se olvida. Son los que no sienten a la Real como lo que es. Un sentimiento que solo los elegidos tienen.
Ver las gradas del estadio de Anoeta fue una gozada. No pararon de animar a los txuri urdin en todo el encuentro, y además sin necesidad de ir en contra lo de los de Garitano. Lo suyo era llevar en volandas a los de Imanol al triunfo, por lo tanto parte de esta victoria es de ellos, de la Grada Aitor Zabaleta y del resto del estadio.
Seguro que en Bilbao no les dolerá perder este choque, si solo es uno más... ¡Ja! Por eso hubo que ver semejante recital de patadas de los rojiblancos a los blanquiazules.
Se ganó. Por juego y por merecimiento. Sí, la Real es grande. Y su afición, ni digamos. Europa, vamos a por tí.
Espectáculo de goles... en la Real
La Real salió con una actitud muy distinta a la que mostró ante el Huesca. Los jugadores enchufados con una grada entregada desde el minuto uno. Los donostiarras se mostraron con una presión muy adelantada y el Athletic tratando de hacer daño con la velocidad de Williams.
En los primeros minutos la presión era para los de casa, aunque el juego estaba resultando bastante plano por parte de ambas escuadras. Hubo que esperar al minuto 16 para que las gradas estallaran al magnífico grito de ¡Goooolll!!!
Fue en el minuto 16 tras un despeje larguísimo de la defensa local. Se la comió Dani García, y Willian José, tras un pelotazo de la nada, le metió un buen balón al eibarrés que se quedó solo ante Iago Herrerín, le dribló y a puerta vacía marcó el primero de la tarde con toda la clase del mundo. Oyarzabal otra vez, y de nuevo besándose el escudo. La viva imagen del sentimiento txuri urdin.
No podía empezar mejor el partido porque el Athletic de Garitano de momento se estaba adelantando en casi todos sus partidos. Era una situación nueva para ellos y la Real debía jugar con inteligencia para aprovecharse de esta circunstancia.
En el minuto 24 los gipuzkoanos perdonaron el 2-0. Cuando se cantaba el gol de Willian José, Iñigo envió a la esquina un balón casi bajo palos.
El gol le sentó bien a los donostiarras que estaban mejor posicionados sobre el verde. Sin embargo en una jugada aislada precedida por un error de Theo dejó solo a Córdoba, y su remate lo envió a córner Gerónimo Rulli con un paradón.
El Athletic comenzaba a asumir bastantes riesgos, y la velocidad de Theo y Januzaj podía beneficiarse de ello, pero había que tener cuidado con las contras y las jugadas de estrategia.
Una internada del mago belga de la Real en el minuto 33 que se fue de todos los defensores rojiblancos que salían a su paso pegó en el pelo. Parecía más cerca el 2-0 de los txuri urdin que el empate de los de Garitano.
El Athletic quería estirarse más, e Imanol pedía calma a los suyos desde la banda. Qué bueno sería llegar al descanso con un segundo golito...
Sin ser un buen partido, el típico derbi, la Real había sabido aprovechar su ocasión. Eso sí, el partido era muy intenso y se disputaba cada balón. La emoción era evidente y más con un resultado tan corto.
A falta de cuatro minutos para el final, los blanquiazules tuvieron de nuevo el segundo y por partida doble. Januzaj filtró un balón espectacular a Oyarzabal que le dejó solo y tras dejarla atrás a Willian José rechazó la defensa bilbaína. Era el presagio de algo grande...
...que llegó en el 45. Ahí apareció él. La 'bestia' de la Real. Su goleador, su pistolero, su killer. Balón muerto en la frontal del área, Willian José se da la vuelta, y el brasileño engancha un zapatazo inapelable al fondo de las mallas defendidas por Herrerín. Balón que se coló por toda la escuadra que suponía el 2-0 justo antes del descanso. Anoeta se venía abajó. Así se llegó al término de los primeros 45 minutos.
Segunda parte más igualada
El Athletic, sin nada que perder, salió a por todas en la segunda parte. De hecho la Real ya jugaba diferente también.
El primer remate a puerta en el segundo tiempo fue para los de Garitano. Lo intentó Muniain, aunque su lanzamiento no encontró puerta.
Con el paso de los minutos el partido se iba calentando.El Athletic se empezaba a poner nervioso y es que, por mucho que se venda lo contrario, para ellos no era un partido más. El partido estaba más igualado en la segunda parte.
La Real estaba completando un partido muy sólido en parcela defensiva, donde la línea de atrás estaba muy seria. Había mucho en juego... pero faltaban las ocasiones.
Beñat, que había salido en el segundo tiempo, intentó un disparo desde lejos en el 72, que se desvió por poco de la meta defendida por Rulli. Imanol decidió que había que empezar a cerrar el partido, y dio entrada a Zubeldia en lugar de Illarramendi.
Los bizkainos dominaban más en esta fase del encuentro, pero sin necesidad de que interviniera Gero. De hecho la Real estaba jugando mejor porque lo hacía con más cabeza. Pero llegó de nuevo el espectáculo de Mateu Lahoz que no quería faltar a su cita con el protagonismo tampoco en Anoeta y pitó un penalti en contra de la Real de Navas como para reírse. Paró Rulli pero en segunda jugada Raúl García lograba el 2-1. Llegaban los nervios.
Había que jugar con cabeza y Anoeta lo sabía, por eso volvió a animar a tope para dar a los suyos, ya más cansados, el aliento necesario como para aguantar hasta el final.
La Real supo jugar bien los últimos minutos y hacerlo con cabeza. Al que no le importaba mucho este partido, Iago Herrerín, salió al área de la Real a rematar el último balón al área de Rulli. No le sirvió.
La victoria se quedaba en casa. ¡Qué bonito estaba Anoeta! Somos de la Real, somos grandes.
Próxima jornada
Tras el derbi vasco de esta jornada 22, la Real Sociedad se verá las caras el próximo fin de semana con el Valencia en Mestalla. Un choque que puede suponer un espaldarazo para las aspiraciones europeas de los de Imanol que continúan invictos en este 2019.