Da igual cuántas veces lo hayan repetido desde el otro lado de la A-8, el derbi vasco nunca es un partido más. Lo repiten, y curiosamente ni siquiera los jugadores del Athletic lo creen, puesto que no faltan en los últimos años quienes tratan de calentarlo. En esta ocasión (viernes, 22.00 horas, San Mamés, GOL TV) ha sido Iñaki Williams, a quien no hace falta desmentir porque la realidad lo hace por sí sola. Y tampoco hace falta responderle, porque es el campo donde hay que demostrar que esto es un derbi.
Una Real Sociedad canterana, joven e inexperta ya lo hizo el año pasado, y aspira a encadenar una segunda victoria consecutiva en San Mamés con sus ilusionantes fichajes y después de un muy buen inicio de temporada en cuanto a resultados y con prometedora pero todavía imperfecta imagen sobre el césped. No, el derbi no es un partido más. Vale lo mismo que los demás, pero gusta mucho ganarlo. Y duele mucho perderlo, como saben aunque no siempre reconozcan en Bilbao.
La hora del partido y la cercanía de las dos ciudades ha hecho que Imanol se guarde las cartas hasta el último momento. Como ya es costumbre en circunstancias de esta índole, el técnico txuri urdin ha decidido no ofrecer la convocatoria para el partido en la víspera. No se esperan, no obstante, demasiadas sorpresas. El único que no está ya a disposición de Imanol es Sagnan. Tampoco se espera que Aritz Elustondo entre en la lista. De esta forma, el técnico tendría a su disposición 22 jugadores y tendría que hacer cuatro descartes.
Si sigue la tónica de las dos primeras jornadas, Gorosabel, Sangalli y Pardo tendrían muchas papeletas para quedarse en San Sebastián. Y el cuarto, el más complejo de elegir viendo las alternativas que tiene ahora mismo la plantilla realista, podría ser uno de sus seis atacantes. O Kevin, al que se busca equipo por si llega Monreal.
Hay cuatro incógnitas en el once inicial, que no parece probable que sea el mismo por tercera jornada consecutiva. Sí repetirán Moyá bajo palos, retrasando al menos una semana más el debut de Remiro, y Zaldua y Aihen en los laterales. Parece más que probable que Llorente recupere su puesto en la zaga, y la duda es si lo hará junto a Le Normand o junto a Zubeldia, y parece tener más papeletas el segundo. Illarramendi, de vuelta como se vio en Mallorca, es fijo en el centro del campo, y repetirá junto a él Odegaard.
El otro puesto en la zona intermedia del 4-3-3 inicial se lo juegan Merino y Zurutuza, que podría estrenar titularidad. Arriba, los dos cambios que metió Imanol en Mallorca y que ayudaron a ganar el partido abren las dudas. No con el titularísimo Oyarzabal, que buscará marcar otra vez al Athletic, por cuarto derbi consecutivo, pero sí con Januzaj y Willian José. El primero tiene más papeletas para quedarse en el banquillo, y saldrían de inicio Portu o Barrenetxea. Isak podría sentar al brasileño, aunque este relevo parece menos probable que el anterior.
Real y Athletic afrontan el primer derbi vasco de la temporada después de haber sumado ambos cuatro puntos, y desde posiciones europeas. Los de Gaizka Garitano son quintos y los de Imanol Alguacil sextos, calcando resultados y número de goles a favor y en contra. La diferencia está en que la Real ha disputado sus dos primeros partidos a domicilio, y afronta en San Mamés el tercero lejos de un Anoeta que está recibiendo los últimos retoques para el estreno liguero, que llegará después del parón de selecciones, y el Athletic ya ha jugado en su casa, en la primera jornada ante el Barcelona. Los dos equipos, dos puntos por detrás de Sevilla y Atlético de Madrid, los únicos que cuentan sus partidos por victorias, forman parte del grupo de ocho que han conseguido finalizar las dos primeras citas del calendario sin conocer la derrota.
La historia pone el derbi vasco de San Mamés del lado del Athletic, pero los datos más reciente hablan de un cambio de tendencia. En total, han sido 72 los derbis disputados en Bilbao, de los cuales el equipo local ganó 38, la Real 14 y los 20 restantes se saldaron con empate. Pero la cosa ha cambiado, y los números desde el último ascenso realista, en 2010, hablan de un empate técnico. Cada uno de los dos equipos ha ganado tres derbis desde entonces, y los tres restantes se saldaron con empate. La Real ha puntuado en cinco de los últimos seis, y su única derrota en San Mamés en ese tiempo fue el 3-2 de la temporada 2016-2017. Volviendo a los datos globales, 1-4 es la mayor goleada lograda por el conjunto txuri urdin, fue en la temporada 1987-1988, con dos tantos de Begiristain y uno más de Loren y Bakero. La victoria más holgada del Athletic fue el 7-0 de la campaña 1934-1935.
En el último derbi disputado en Bilbao, la pasada temporada, la 2018-2019, la Real logró su mejor triunfo a domicilio de toda la Liga. El equipo todavía entonces en manos de Asier Garitano llegó a San Mamés plagado de bajas y un once formado casi por completo por canteranos barrió al Athletic. La victoria comenzó a fraguarse con un penalti señalado por el VAR y después de que Hernández Hernández dejara pasar una patada de Iñigo Martínez a Sangalli a la altura del cuello. El penalti, de libro. La transformación de Oyarzabal, de lujo. Muniaín empató en la jugada siguiente, aprovechando una serie de carambolas en el área. Nada más arrancar el segundo tiempo, un sensacional pase de Zubeldia desde la derecha lo remató Sangalli dentro del área. En el minuto 74, Oyarzabal puso la puntilla, con beso al escudo, transformando un segundo penalti cometido sobre Bautista.