2-0, min. 28: Raúl García
Horror realista en San Mamés
Decía John Benjamin Toshack que el equipo que pierde un derbi sufre mucho los días posteriores. Desgraciadamente es la Real Sociedad y sus aficionados a los que les va a tocar soportar una semana complicada después de perder 2-0 en San Mamés.
El sufrimiento no llegó a partir del pitido final del encuentro, este había llegado desde los primeros compases del derbi, cuando se vio a un equipo, el txuri urdin, que se perdió en la batalla planteada por el Athletic, y no porque no estuvieran avisados de lo que podía ocurrir.
Se supone que siempre hay un plan de juego, pero si es así, desde luego la Real no pareció tener ninguno en Bilbao. Más allá de la derrota, los txuri urdin dejaron una imagen de equipo derrotado, rebasado, asustado. Ni siquiera los jugadores de mayor calidad pudieron dejar algún destello. El equipo estuvo estático, no supo reaccionar al primer gol de los de Garitano. Pocas veces verán los aficionados del Athletic un derbi tan tranquilo. Unai Simón apenas tuvo trabajo pese a que Imanol optó a todo su potencial ofensivo. Y esta vez tampoco los cambios fueron un revulsivo.
Un partido para olvidar que se hizo eterno, para llegar a un parón liguero que se va a hacer muy muy largo. Lo mejor que puede pasar es que esto sirva para no dar más concesiones, y no entregarse tan fácil al halago porque el equipo en este caso no es que demostrara poco, es que no demostró nada. A todo esto, ojalá que la lesión de Illarramendi sea la menor posible.
Una Real perdida y sin ideas
El Athletic agresivo de inicio y metiéndole mucha presión y tensión al partido, y la Real con la intención de no perderle la atención al encuentro. Así podría describirse el comienzo del choque.
A los tres minutos, los de Garitano botaron el primer saque de esquina, que afortunadamente se lanzó sin consecuencias. Los locales presionaban mucho arriba para provocar errores en la salida del balón de los txuri urdin, que por su parte buscaban enfriar el choque con el paso de los minutos. Pero a los de Imanol les duraba poco al pelota.
En el 7' llegó la primera aproximación de los blanquiazules a la meta de Simón, pero el centro al área lo despejó la defensa rojiblanca. Costaba carburar en el mediocampo, entre otras razones cada vez que Martin Odegaard tocaba la pelota se veía rodeado de tres contrarios.
Con el minuto 10 llegó el jarro de agua fría para la Real. Internada fácil de Capa por la izquierda y Williams remata solo al fondo de las mallas. Demasiado fácil. Con el gol, el Athletic se vino arriba y los de Imanol lo acusaron en exceso.
Había pasado un cuarto de hora de partido y la Real no había aparecido pese a que el encuentro seguía el guión esperado por todos. Quien debía tener cuidado era Joseba Zaldua, que contaba ya con una cartulina, y al que no paraban de buscarle y provocar para ver si el árbitro caía en la trampa y le mostraba la segunda.
El rumbo del encuentro pudo cambiar en el 19' cuando precisamente Zaldua se internó en el área rojibanca y fue derribado por Córdoba. Sin embargo fue el VAR en este caso el encargado de quitar la ilusión a la Real ya que tras revisar la jugada se decretó que la falta se había producido fuera del área.
El segundo gol del Athletic llegó en el 27 por medio de Raúl García que pilló a Moyá adelantado. Qué mal... Tres resbalones, dos goles. La Real no estaba bien, estaba sufriendo. Perdía el balón muy pronto y sin el esférico se veía perdida. Aún perdió más luz cuando Illarra se lesionó en el 32'. Una jugada en la que se torció el tobillo y que, crucemos los dedos, pero puede ser seria. La peor noticia sin duda del choque por encima del resultado.
Raul Garcia volvió a ser protagonista tras una entrada criminal sabedor que iba a hacer daño. Lo de este jugador es una vergüenza y se lo siguen permitiendo. Lo más triste del choque es que se estaba jugando a lo que quería el Athletic, a la marrullería de los de Garitano, un equipo con mucho físico pero mediana calidad, sin dejar de lado que la Real estaba completando una de las peores primeras partes que se recordaban. Un partido en el que faltaba la intensidad era alarmante en un equipo que era incapaz de dar cuatro pases seguidos. Lo mejor que podía pasar es que terminara la primera parte. Y así ocurrió con la ventaja de 2-0 para los locales, que ponían el derbi muy cuesta arriba a los de Imanol, que debían dar un giro de 180 grados si querían tener aún alguna esperanza.
Más de lo mismo en el segundo tiempo
En el segundo tiempo el Athletic salió al partido presionando menos de inicio y más metido atrás. La Real comenzaba a estirarse, aunque se echaba de menos la presencia de Isak en el campo para tratar de agitar un poco el ataque, algo que ocurrió en el 54'.
Los rojiblancos abusaban del juego sucio pero tenían el partido como querían. Le dejaban el balón a los txuri urdin, de quienes era la posesión en el segundo tiempo, pero no sufrían. Era la Real la que debía de atacar, pero apenas se le había visto a Unai Simón. El equipo seguía muy estático.
Y para colmo no había suerte con el VAR. Isak anotó en el 61', pero en este caso el tanto fue anulado por fuera de juego. Otra vez cuatro minutos para decidir una jugada, cuatro minutos sin jugarse que favorecían a Athletic. Corría el minuto 68 y era necesario marcar ya si se quería soñar con algo. Pero es a pesar de ir 2-0 por debajo, apenas se veía reacción. El tiempo se echaba ya demasiado encima.
La Real se veía superada en todo y no generaba nada. Faltaban diez minutos para el final y nada cambiaba. Seguro que los aficionados rojiblancos pocos partidos recordarán tan tranquilos como este. Todo era muy previsible, y el equipo se vio incapaz de reaccionar. Luca Sangalli, que había saltado en lugar de Januzaj, probó el disparo desde lejos, pero detuvo bien por bajo Unai Simón.
Poco mas dio de sí la segunda parte, que dejó la primera derrota de la temporada y en el peor escenario. Que sirva de lección y para no creerse mucho los halagos. Duro golpe para el equipo y la afición, a los que el parón se les va a hacer muy largo.
Próxima jornada
La próxima jornada no habrá Liga por el parón de selecciones. Cuando se reanude la competición, la Real por fin disputará el primer partido de la temporada en el 'nuevo Anoeta' ('Reale Seguros Stadium'). Será la jornada 4, el 14 de septiembre, a partir de las 18.30 horas frente al Atlético de Madrid.
Se te ha olvidado, la entrada a Córdoba, que no sé cómo no le reventó el tobillo. Y martilleros hay también en la real.