Gipuzkoa mantendrá su fiscalidad sobre los impuestos a los futbolistas
El pasado miércoles se conoció que que Athletic Club contará a partir de este año 2019 con un importante ahorro en su cuentas gracias a un decreto publicado el pasado agosto por la Diputación Foral de Bizkaia. Un decreto que deja exentas de tributación al 50% del bruto de las denominadas "rentas irregulares". Entre las que se encuentran las de los futbolistas del equipo rojiblanco, según lo publicado el miércoles en El Correo.
En Gizpuzkoa no habrá ese beneficio, y es que la Diputación Foral provincial emitió ayer un comunicado en el que anunciaba que no modificará su normativa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) relativa a rendimientos del trabajo irregulares en el tiempo, que es lo que sí ha cambiado en Bizkaia.
El ahorro en el Athletic, que podría rondar los 15 millones de euros tomando como base los 85 en los que se cifró la masa salarial la pasada temporada, sería para el club, que es el que habitualmente se hace cargo de abonar los impuestos en los contratos de los jugadores.
Gipuzkoa sin embargo mantendrá como hasta ahora el límite de 300.000 euros para este tipo de rentas y los futbolistas de élite que cobren más que dicha cantidad, no quedarán exentos de tributar el 50%. Según la portavoz foral, Eider Mendoza, la Diputación de Gipuzkoa considera que su normativa fiscal en la actualidad responde "bien" a "las necesidades y a las demandas de la sociedad guipuzcoana".
Por lo tanto, “la institución foral apuesta por construir una sociedad cohesionada y con los menores niveles de desigualdad social y económica posibles, por lo que apuesta por medidas que contribuyan a la consecución de ese objetivo”.
“En relación a la propuesta de definir unas condiciones atractivas para la atracción de talento en el sector financiero en el contexto del brexit, Gipuzkoa recuerda que introdujo a principios de año una medida para tal fin, pero manteniendo el concepto de progresividad del tributo sobre la Renta”, añadía la nota.
Su aplicación al Athletic Club
Por ejemplo, según el citado diario vizcaíno, el coste para el Athletic de una ficha de 4 millones de euros anuales era hasta ahora de 7,4 millones, de los cuales 3,4 iban a parar a la Hacienda Foral. Ahora será de 5,3, un sustancial ahorro de 1,3 por año.
Desde 2014 el límite máximo para las rentas irregulares -considerando en este tipo las se cobran de manera irregular en el tiempo- era de 300.000 euros, un tope que se elimina con este decreto que entrará en vigor con efecto retroactivo desde el 1 de enero.
La Diputación de Bizkaia ha reducido la fiscalidad de las rentas notoriamente irregulares, aquellas que se cobran en un ejercicio pero que se han gestado en periodos más largos, al quitar el tope de 300.000 euros que estaba establecido.
Hasta ahora la mitad de estas rentas tributaba según las tablas del IRPF (normalmente al 49 % al ser ingresos muy altos) y la otra mitad estaba exenta, pero con el límite máximo de 300.000 euros (lo cobrado a partir de esa cifra tributaba todo según el IRPF); ese tope ahora se ha suprimido, de manera que esa mitad está exenta.
Esta medida, según han explicado fuentes de la Hacienda vizcaína, busca atraer a emprendedores y gestores de fondos de que invierten en "start ups" para contribuir a crear un "ecosistema de emprendimiento" y tiene en cuenta el contexto del "brexit", que puede producir que profesionales de la "City" abandonen Londres.
Además, también afectaría a otros casos muy variados como los premios, las indemnizaciones y, según "El Correo", a los jugadores del Athletic Club y deportistas con altos ingresos.
La portavoz del PP en Juntas, Amaya Fernández, ha sostenido que esta medida le da "la razón" cuando pide bajar los impuestos para mejorar la competitividad y reactivar la economía y ha pedido que se extienda a otros tramos del IRPF.
En cambio, la juntera de EH Bildu Arantza Urkaregi ha criticado que la estrategia de la Diputación para atraer inversiones es "perdonar impuestos a esos potenciales inversores" y ha censurado que esta medida se adopte con "oscurantismo" mediante un decreto foral, "quitando a las Juntas Generales su capacidad de debate y decisión".
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