Diez momentos que marcaron 2019
Terminado ya 2019 y echando la vista atrás, como todos los años, nos ha dejado momentos en clave txuri urdin de los que nunca vamos a poder olvidar. Ha habido alguno que otro negativo, pero no podemos quejarnos, sobre todo desde que agosto sirvió de comienzo a una temporada que todavía tiene que darnos muchas más alegrías, y a pesar de que la pasada Liga concluyera con la decepción de no ir a Europa. Vamos a repasar los diez más trascendentes de entre todos los recuerdos que ya ha grabado la historia en los últimos doce meses, goles, victorias... y nada menos que un título, el que nos dejó el equipo femenino.
Victoria en el Bernabéu
No pudo empezar mejor el año. El segundo debut de Imanol Alguacil en el banquillo de la Real fue en un campo históricamente terrible para el equipo txuri urdin, el Santiago Bernabéu, donde apenas ha ganado en un puñado de ocasiones. Y su equipo salió victorioso y con los tres puntos en el bolsillo. Marcó Willian José de penalti, forzado por Merino al zafarse de Casemiro, y ya en la segunda parte Rubén Pardo hizo el 0-2 definitivo. Entre ambos momentos, una de esas polémicas que tanto gusta a la prensa deportiva, un teórico penalti de Rulli a Vinicius que no fue y la actuación del VAR. Cosas que se dicen cuando los puntos vuelan. Y estos volaron a Donosti.
El zambombazo de Willian José al Athletic
Hay goles que se graban automáticamente en la memoria del aficionado. Los ha habido muy buenos este año, pero quizá ninguno ha sido tan celebrado como el salvaje zambombazo que conectó Willian José contra el Athletic de Bilbao la pasada temporada en Anoeta. En el último minuto de la primera parte, el brasileño aprovechó un despeje de Iñigo Martínez que quedó suelto a la frontal para enganchar un violento derechazo que se coló por la escuadra de la portería en la que anima la Grada Aitor Zabaleta. Hasta eso fue perfecto en uno de los mejores goles de acción individual que ha visto el estadio de Anoeta.
Campeonas
2019 ha sido el año de ellas. La Real femenina logró lo que el equipo masculino no ha podido celebrar en 32 años, un título. Los Cármenes ya tiene en la memoria realista el mismo rincón que El Molinón o La Romareda gracias a las jugadoras dirigidas por Gonzalo Arconada, que hicieron frente a un Atlético de Madrid campeón de Liga que buscaba el doblete y que, pocos días antes, había ganado a las nuestras en Zubieta. Pero en la Copa de la Reina la cosa fue muy distinta, a pesar de que se adelantaron las rojiblancas con un tanto de Esther González al cuarto de hora de juego. La Real empató rápido, en el 19, con un disparo lejano de Kiana Palacios, y el éxtasis llegó en el 61, cuando Nahikari García conectó el disparo de su vida y nos hizo nuevamente campeones. A partir de ahí, Mariasun Quiñones lo paró absolutamente todo y nos devolvió la gloria, inmortalizada además en Sua, un formidable documental que es oro puro para el aficionado.
Remontada al Real Madrid
En un fin de semana redondo, el mismo de la final de la Copa de la Real, la Real devoró al Real Madrid en Anoeta, remontando además el golazo que Brahim Díaz hizo a los seis minutos de partido, en una jugada personal. Los de Imanol empataron en el 26, un jugadón que culminó Mikel Merino tras una asistencia de Willian José. El brasileño pudo poner a la Real en ventaja desde el punto de penalti, pero su fuerte disparo lo detuvo Courtois. El penalti, por cierto, lo provocó él con un disparo a gol que sacó Vallejo con la mano y fue expulsado. En el 57, Zaldua marcó de cabeza su primer gol con la Real. Y Barrenetxea también se estrenó con el primer equipo en el 67, tras recoger un disparo de Oyarzabal que se fue al palo. En plena exhibición realista, el larguero evitó el cuarto en un tiro de Januzaj. Para mayor alegría, fue el día que la Real homenajeó a Gorka Reizabal.
Final perdida en Montjuic
Precisamente ese triunfo en Anoeta ante el Real Madrid dejó a la Real ante una final que jugó en Montjuic ante el Espanyol. Con la derrota simultánea del Athletic en el Sánchez Pijuzán mediante, el ganador tenía el premio de jugar las previas de la Europa League. Para el equipo de Imanol, algo impensable cuando cogió el equipo de manos de Garitano e incluso muy pocas jornadas antes. La motivación del Espanyol, no obstante, que llevaba doce años sin jugar competiciones europeas, pudo mucho más que el cansancio realista después de una temporada que se quedó muy lejos de lo que se esperaba de ella. Rosales y Wu Lei hicieron los dos goles ya en la segunda parte y la Real quedó como invitada a una fiesta ajena.
Triunfo europeo
Tres realistas pudieron quitarse el sabor amargo de la decepción en Montjuic con un triunfo europeo a nivel de selección. Igor Zubeldia, Mikel Merino y Mikel Oyarzabal fueron parte de la selección sub-21 que ganó el Europeo de la categoría. Luis de la Fuente le dio un papel principal a Oyarzabal, al que usó mucho como falso 9 y marcando un gol en la semifinal, tuvo muchos minutos para Merino y un papel más testimonial para Zubeldia, aunque comenzara el torneo como titular. Hay quien piensa que la presencia internacional de nuestros futbolistas puede acortar su tiempo en el equipo, por ser este un escaparate inmejorable para todo el mundo, pero para ellos es experiencia que, a día de hoy, siguen volcando en su presente en txuri urdin.
Los fichajes de una Real ilusionante
No es nada habitual que la Real presente nueve caras nuevas a la hora de comenzar una temporada, cinco fichajes y cuatro canteranos a los que se da dorsal del primer equipo, y por eso se orquestó una presentación nada habitual. Solo faltó Barrenetxea, ausente por compromisos internacionales, pero allí estuvieron los potrillos Aihen Muñoz, Robin Le Normand y Ander Guevara, junto a las incorporaciones: Martin Odegaard, Portu, Alexander Isak, Modibo Sagnan y Alex Remiro. Fue el primer paso de una Real joven, renovada e ilusionante.
Con ustedes, Odegaard
A punto de llegar al ecuador de la temporada, el debate sobre la categoría de Odegaard está únicamente en si es el extranjero con más clase y categoría que ha vestido la camiseta txuri urdin. Cada cual tendrá sus preferencias, pero cuando Odegaard deje la Real habrá que echar la vista atrás y recordar que todo comenzó en Mallorca. El espectáculo de temporada que está haciendo tuvo su primer gran chispazo en una contra de esas que la Real llevaba mucho tiempo sin hacer, que él mismo contribuyó a lanzar y que culminó con una calidad formidable. Fue su primer gol con la Real y su primer gol en la Liga, además de una muestra del jugadorazo que es.
El Reale Arena
Por segunda temporada consecutiva, las obras hicieron que la Real empezara la temporada con tres partidos como visitante. Cuando llegó el gran día de reencontrarse con el hogar, la impresión no pudo ser mejor. Iba a ser el Reale Seguros Stadium, finalmente será el Reale Arena durante el tiempo que dure el patrocinio y seguirá siendo Anoeta para el realista. Verlo acabado, con sus dos fondos en pie, sin las pistas de atletismo y con una sonoridad como Donostia no había vivido en décadas fue algo especial. Tan especial que ayudó a llevarse por delante al Atlético de Madrid en su estreno, en uno de esos partidos en los que todo sale bien.
La mayor goleada a domicilio en la historia de la Copa
Llegó el entorno realista con cierto recelo al estreno copero de esta temporada, recordando que el sistema que vuelve este ejercicio es el que tantos disgustos dio durante tanto tiempo al equipo txuri urdin y sus gentes. Tocó en suerte el Becerril, el equipo del pueblo más pequeño que jamás ha jugado la Copa ante un Primera, debutante además en Tercera y los miedos se multiplicaron. ¿La respuesta de los de Imanol? La mayor goleada a domicilio lograda en la historia de la Copa. Tres goles de Januzaj, dos de Isak y uno de Le Normand, Pardo y Barrenetxea pusieron el 0-8 definitivo en el marcador, que pudo ser más amplio si el propio Isak no hubiera fallado un penalti. Una noche copera con sabor añejo y que, además, hizo que Becerril de Campos sea desde ya un lugar en el que hay cariño por la Real.