Otro repaso táctico en Mendizorroza para perder la cuarta plaza

Qué mal le ha sentado el parón a la Real Sociedad. El equipo que enamoró en las jornadas previas a la suspensión de la competición por el coronavirus no tiene nada que ver con el visto ante Osasuna y Alavés. Dos equipos a los que en teoría se les debería haber ganado fueron capaces de borrar del campo a los txuri urdin gracias a un mejor planteamiento táctico ante el que no hubo respuesta.

La Real no hizo daño. De nada le sirvió tener más del 75% de la posesión si fue incapaz de generar ocasiones. El equipo que se vio en el césped de Mendizorroza fue un conjunto muy espeso, sin dinamismo. Esta Real debe cambiar mucho si quiere seguir soñando con ese puesto Champions.

Faltó fútbol, faltaron soluciones. Partido descorazonador y con el Real Madrid en el horizonte. Por el momento esa cuarta plaza ya la tiene el Atlético de Madrid.

Inoperantes en ataque

Imanol Alguacil dijo que la Real no iba a cambiar su forma de jugar, una idea que llevan desarrollando desde que empezó la temporada. Y así es como los txuri urdin salieron al césped de Mendizorroza. O al menos con esa intención. Pero no pareció el equipo de antes del confinamiento.

El Deportivo Alavés por su parte tenía claro que iba a presionar la salida del balón de los blanquiazules desde la defensa, y a partir de ahí buscar los espacios.

Para el primer minuto del encuentro, la Real ya había botado su primer saque de esquina que se lanzó sin consecuencias, y solo dos después fueron los vitorianos los que gozaron de una gran ocasión. Buena internada por banda zurda de Lucas Pérez con llegada hasta línea de fondo, y Borja Sainz no pudo rematar bien ya que el balón pegó contra él sin que pudiera controlarlo. La defensa txuri urdin pecó de falta de contundencia. Los jugadores se quedaron mirando el balón más que estar pendientes de defender el esférico y tapar los espacios.

Los babazorros tenían las líneas más adelantadas de lo que es habitual, pero daba la sensación de que si los realistas tenían paciencia podían terminar imponiendo su juego.

Oyarzabal no llegó a un gran centro de Januzaj por milímetros en la mejor ocasión de los guipuzcoanos en lo que se llevaba disputado de partido. Imanol se desgañitaba desde el banquillo cada vez que el equipo perdía la pelota, porque el Alavés era lo que buscaba, apretar, buscar el fallo y tratar de aprovechar las segundas jugadas. En 20 minutos apenas se había visto nada en ninguna de las dos áreas.

Al igual que contra Osasuna, el centro del campo de la Real apenas estaba entrando en juego. Zurutuza y Odegaard no estaban teniendo protagonismo, y costaba que el balón llegara arriba. El encuentro se asemejaba por momentos al del pasado domingo, ya que parecía que se jugaba a lo que quería el contrario.

A partir del minuto 25 los de Imanol quisieron meterle una marcha más al encuentro y empezaron a apretar un poco más arriba. Pero no encontraban los espacios. Era evidente que un gol era lo único que iba a obligar al Alavés a abrirse, al que daba la impresión que le viniera bien el resultado de empate desde el inicio. No así a la Real teniendo en cuenta otros resultados.

El choque estaba siendo bastante muy malo, aburrido. Soporífero. Se echaba de menos más ritmo, más intensidad por parte de los realistas, más ideas. La Real estaba atascada. En 40 minutos apenas había ocurrido nada sobre el terreno de juego. Una primera mitad totalmente táctica.

Sin embargo a cinco minutos para el final Diego Llorente provocó una falta peligrosísima tras meter el codo en un salto con Joselu al borde del área que pudo cambiar el rumbo del partido. Lucas Pérez fue el encargado de lanzarla, pero por fortuna para los blanquiazules su lanzamiento se marchó alto. Lo poco que había en ataque llevaba sello alavesista porque la Real era totalmente inoperante en tareas ofensivas.

Lo mejor de la primera parte llegó con el pitido del árbitro que indicaba el descanso. Partido muy malo el que se estaba viendo en Mendizorroza. Urgía un cambio.

Más de lo mismo en el segundo tiempo

Los dos equipos salieron con los mismos jugadores en la reanudación, aunque Portu e Isak comenzaron ya a calentar por la banda.

En el 51' Duarte perdió la pelota en la salida de balón, se la llevó Willian José, y al querer recuperar la posesión no le quedó otra al alavesista que golpear la pierna de apoyo del brasileño. Buena ocasión para encontrar portería a balón parado. Ante la falta de jugadas en ataque, la estrategia podía ser la clave para romper el muro de los de Garitano. Odegaard cogió el balón, pero el disparo del noruego golpeó en la defensa.

Imanol no podía esperar más a hacer los cambios. De hecho el Alavés avisó ya en el 55' con una jugada por banda ante la que tuvo que cruzarse Aihen para enviar a córner, y solo tres minutos después el partido se rompió... pero a favor de los locales y con la intervención del VAR. Centro de segunda jugada tras córner botado por Magallán, y Borja Sainz empujó la bola al fondo de las mallas. El colegiado lo anuló de primeras por fuera de juego, pero la jugada fue revisada y el hombro de Zurutuza parece que deshacía el fuera de juego. En cualquier caso el gol subió al marcador. Si ya de por sí estaba difícil, el partido se ponía muy muy complicado porque la Real hasta entonces no había demostrado ser capaz de superar la conjunto babazorro.

El gol dejó en shock a los de Imanol a los que les costó reponerse del mazazo. Incluso estuvieron a punto de quedarse con diez ya que Zaldua no vio la segunda amarilla de milagro.

El oriotarra no esperó más y dio entrada a Isak, Portu, Le Normand y Roberto López, y en principio parece que el equipo lo notó, ya que intentó ser más vertical y llegar con menos toques, pero ya era tarde.  La Real tenía más el balón y trataba de jugar en campo rival, pero el Alavés se mantenía firme y sólido en la parcela defensiva.

El Alavés pegó otro balón en el palo, y poco después los txuri urdin se quedaron con diez. Esta vez sí que el colegiado no le perdonó la segunda cartulina a donostiarra en una jugada que en principio no parecía falta.

Solo un milagro parecía que podía cambiar el devenir del encuentro. El Alavés estaba muy cómodo, y la Real muy nerviosa. Y eso que los babazorros se quedaron también con uno menos, pero apenas lo acusaron, de hecho incluso marcaron un segundo gol. La Real no ha podido ganar ninguno de los dos encuentros disputados hasta ahora.

Osasuna y Alavés han demostrado en dos partidos que son capaces de sacar las carencias a un equipo que hasta ahora lo venía bordando. Lo peor de todo es que ahora llegará el partido contra el Real Madrid y pronto tocará vérselas con Getafe y Villarreal. El objetivo ni mucho menos está perdido, pero sí se complica ya que el Sevilla suma un punto más y el Atlético arrebata de momento esa cuarta plaza.

Próxima jornada

Solo tres días después del choque en Mendizorroza, los de Imanol Alguacil se enfrentarán al Real Madrid en el Reale Arena. Será el domingo, a las 22 horas, en el partido correspondiente a la jornada 30 de LaLiga Santander.

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