Mikel Merino, la comida conjura de la Real y una confesión: “La dietista no estaba muy contenta, pero hay que darle una alegría al cuerpo”

La plantilla de la Real Sociedad se juntó para comer el pasado miércoles en Orio, el pueblo de Imanol Alguacil. Fue una reunión para hacer más piña entre los jugadores de una plantilla que ya de por sí se consideran una familia. También estuvo Mikel Oyarzabal en la víspera de ser operado en Vitoria de su lesión de rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda.

Muchos niños del municipio se acercaron para ver de cerca a sus ídolos y poder sacarse con ellos una foto o conseguir un autógrafo. Mikel Merino cuenta en ElDesmarque Gipuzkoa: ¿Cómo fue esa comida de 'conjura'? ¿Les permitió la nutricionista saltarse la dieta?

- La semana pasada tuvisteis una comida de 'conjura' en Orio. Cuéntanos algo de ella... 

- Tenemos un equipo que está muy unido. Ya no solo por la comida de ayer, sino en general. Este año no habíamos tenido la suerte de haber hecho muchas comidas. Esta semana había un par de días libres y era más sencillo hacer una comida de esas que tenemos atrasadas, de esas que dices: 'pago comida por esto o pago comida por lo otro'. Siempre viene bien una reunión como estas que hace que el grupo se una aún más. Pasas horas fuera de Zubieta, que siempre viene bien el quitarse un poco el verde de la cabeza, y estoy seguro de que nos va a venir bien para el final de temporada.

- Entonces os dejaron saltaros la dieta...

- Sí, vino también Virginia la dietista que no estaba con la cara muy alegre (risas), pero de vez en cuando está bien. Somos todos gente que, tal y como está el fútbol actual, sabe que tiene que cuidarse mucho y tiene que tener cierto punto de profesionalismo, pero de vez en cuando no viene mal el hacer una comida de estas, olvidarte un poco de la rigidez de ser futbolista, y saltarte esa dieta para darle una alegría al cuerpo.

- Un montón de niños se acercaron para hacerse fotos con vosotros. ¿Qué os decían?

- Tampoco suelen decir muchas cosas, la mayoría suelen tener hasta un poco de vergüenza de estar cerca tuyo. Pero sí es cierto que el cariño que te muestran, la ilusión que les ves en los ojos al venir a pedirte una foto o un autógrafo, o simplemente el hecho de tocarte o estar cerca tuyo, para nosotros es una gozada por saber que podemos hacer felices a los niños con tan poco. Fue una pasada que tantos niños pudieran venir a estar con nosotros sobre todo con todo lo que hemos pasado con el COVID en años anteriores. Poder estar ahora con un pelín más de contacto siempre es bueno.