Valverde ajusta la maquinaria a conciencia para el derbi Athletic-Real

Hay hambre de fútbol en Bilbao y un runrún ilusionante. Se percibe en el entorno zurigorri pasión por la materialización del prometido Rock and Roll de la mano del aficionado a la guitarra Ernesto Valverde, como se ha visto con la recepción del nuevo emparejamiento de Copa frente al Deportivo Alavés. Pero hay muchos frentes abiertos que requieren de la máxima atención sin bajar la guardia… El Athletic Club, en otro plato fuerte, llega al derbi de este sábado, 13 de enero, ante la Real Sociedad en San Mamés embalado e intratable, en una tremenda racha de juego y resultados que le han aupado a los puestos de Liga de Campeones y le hacen ser uno de los equipos más en forma de fútbol nacional y europeo.

Racha impresionante de este tercer Athletic de Valverde antes de verse con la Real

Con su contundente victoria de este domingo en Ipurua ante el Eibar de Joseba Etxeberria en choque copero (0-3), el conjunto de Ernesto Valverde encadena cuatro victorias consecutivas, las dos últimas a domicilio, enlaza doce partidos seguidos sin perder con nueve victorias de por medio -tres en la Copa del Rey- y se encuentra cuarto en la tabla tras completar en liga su mejor primera vuelta en 40 años.

Desde que el 22 de octubre cayese en Montjuic a última hora ante el Barça (1-0), los 'leones' no conocen la derrota, un resultado adverso que solo les han infringido en lo que va de curso anteriormente el Real Madrid en la primera jornada del curso en 'La Catedral' (0-2) y la propia Real Sociedad en el Reale Arena (3-0).

No obstante, más que con la tremenda racha de marcadores positivos que acumula, que también, el Athletic, Valverde y su entrono, están felices con el sólido, poderoso y brillante juego que están desarrollando y que está siendo valorado por el resto de los equipos. Un fútbol redondo con balón y sin balón que rara vez no le hace merecedor de los tres puntos.

Estrellas y secundarios en una clara alza competitiva

Este Athletic que está siendo cocinado por el 'Txingurri' pareció en principio consecuencia del gran estado de forma de sus estrellas, el meta Unai Simón, los hermanos Williams y Oihan Sancet, pero cada vez aparecen más secundarios que han elevado su nivel hasta límites insospechados.

Ejemplo de ello son los centrales Dani Vivian y Aitor Paredes, que tuvieron que apechugar desde principios de temporada con las ausencias de Yeray Álvarez e Iñigo Martínez, fueron centro de las principales críticas al juego rojiblanco y de un tiempo a esta parte están completando un tramo de competición espléndido. En especial Paredes, en su arranque como jugador con cierta relevancia de su equipo.

Vivian y Paredes, además, han tenido que hacerse cargo del relevo de una pareja de primer nivel internacional prácticamente solos, ya que no ha aparecido ningún central que, con Yeray lesionado, les diera algún partido de descanso. Y eso que el bilbaíno tuvo problemas físicos que le mermaron.

Todo lo contrario de lo que le ocurre a Valverde con los centrocampistas, que no dejan de aparecer con unas actuaciones estelares que le complican sobremanera la decisión cada partido de a quién saca de inicio.

En ese sentido, el técnico tiene clara su pareja titular, la que conforman Mikel Vesga e Iñigo Ruiz de Galarreta, este un fichaje de mucha más entidad de lo que parecía con su regreso ya cumplida la treintena.

Pero tanto Beñat Prados, impresionante en sus tres titularidades, como Ander Herrera, a su excelente nivel sin tanta lesión muscular como el curso anterior, y Dani García, que hasta ha marcado un gol, han dejado claro que son capaces mantener las prestaciones de sus compañeros titulares.

Como también Unai Gómez ha dejado claro que hay que tener fe en Lezama. Como la que tuvo él en un gol ante la UD Las Palmas sobre el pitido final que ha sido uno de los momentos de la temporada. Otro fue su relevo en Copa ante el Cayón con el también bermeano Mikel Jauregizar, pivote al que ha ascendido Valverde del filial a pesar de tanto y tan bueno como tiene para el centro del campo.

Los 'olvidados' se reivindican en un gran Athletic que ya espera a la Real Sociedad

Todo es felicidad en el Athletic hasta el punto de que el técnico ha recuperado para la causa a tres de sus 'olvidados', jugadores con cartel y queridos por la grada que cada vez contaban menos: el capitán Iker Muniain, el ariete Asier Villalibre y el meta Julen Agirrezabala.

Los dos primeros opacados por la gran temporada de Unai Simón y Gorka Guruzeta -este autor de 8 goles- y el tercero quizás por el paso del tiempo y el frenético ritmo al que juegan sus compañeros.

Pues bien, con los tres quizás pensando en el próximo paso a dar en su carrera, que perfectamente podría ser continuar en Bilbao, se merendaron en la primera parte a un Eibar temible y temido en la capital vizcaína.

Agirrezabala abortó la gran ocasión del Eibar con 0-0, el 'Búfalo' abrió y cerró el 0-3 final como debe hacerlo un delantero centro y el capitán se marcó un golazo que desdice todos los tópicos en sentido negativo que aparecen para explicar su suplencia.

El tanto de Muniain fue un golazo de época en la gestación y en la definición: primero una carrera de 60 metros de área a área saliendo indemne del campo de minas que supuso su cabalgada por terreno enemigo y finalización de 'crack' fintando y mandándola a la escuadra con la izquierda y a la media vuelta.

Otro caso que ahonda también en el estado de gracia en el que se encuentra el Athletic es el de Alex Berenguer, que también ha perdido la titularidad.

Pues bien, el navarro ha sumado tres puntos con dos goles agónicos en San Mamés y se perfila el relevo habitual de Iñaki Williams. El mayor de la saga, por cierto, ve eufórico desde Ghana, a donde ha viajado para la Copa de África, cómo su equipo sigue como cuando se marchó y que casi ni le echa de menos. Buena parte de la culpa de ello la tiene su hermano Nico, que se muestra casi imparable para los rivales.

El balón fluye, Nico desequilibra, el resto acompaña y el Athletic Club gana. En ese estado de absoluta felicidad llega el Athletic al derbi. En plaza de Champions League y embalado.