La frustración ha sido una constante en el partido de la Real Sociedad ante el Celta después de la mala actuación el pasado sábado en el Metropolitano y en un encuentro en el que no les salía nada a los de Imanol Alguacil. Ya desde el principio se escucharon pitos y el gol de Alfon sólo hizo empeorar una situación que definió bien el cabreo de Hamari Traoré con su cambio.
El lateral senegalés tuvo que lidiar además con un golpe sufrido en la primera mitad pero, a pesar de ello, pudo aguantar una hora sobre el campo. Tras una mala primera mitad, los donostiarras mejoraron a la salida de vestuarios pero seguían sin marcar para desesperación de los futbolistas.
Ahí fue cuando Imanol Alguacil decidió sustituir a Hamari Traoré y a Sergio Gómez para dar entrada a dos teóricos titulares como Jon Mikel Aramburu y Ander Barrenetxea. La sustitución no molestó al jugador africano, tal y como demostró su cariñoso saludo con el técnico de la Real Sociedad pero sí el cómo le estaban yendo las cosas a su equipo.
Ya desde el partido se le vio, como a sus compañeros, desquiciados cuando las cosas no salían y el que pagó el pato fue el banquillo. El lateral diestro le dio una patada a uno de los asientos de la zona local del Reale Arena en vistas de una derrota que convierte la clasificación para competición europea en una quimera.
Después, Hamari Traoré se quitó la camiseta con rabia y enfadado mientras seguía dándole vueltas a lo que había pasado en el Real Sociedad-Celta. Las ocasiones, además comenzaron a sucederse para los txuri-urdin pero, entre el larguero, Vicente Guaita y Carlos Domínguez impidieron que el empate subiera al marcador.