Revolución de Sergio Francisco en la Real Sociedad: un parón para cambiarlo todo

De parón a parón, Sergio Francisco ha protagonizado una revolución determinante en la Real Sociedad. No tanto en el juego, no tanto en las decisiones que se vislumbran a simple vista, pero sí en lo más importante en esto del fútbol: los resultados. Hace apenas un mes, todas las miradas apuntan al banquillo ante una posible destitución. Cuatro partidos después, la situación es totalmente distinta.

El técnico llegó al parón de selecciones de octubre con el agua al cuello. Sólo una victoria tras ocho jornadas y sólo 5 puntos de 27 posibles que le ponían en el foco, pues la Real ocupaba la penúltima clasificación de la tabla liguera y la dinámica era realmente preocupante.

En los despachos de Anoeta apostaron por ser cautos. Conscientes de las dificultades que había tenido el entrenador en las primeras jornadas, decidieron darle confianza, como mínimo, hasta el parón de noviembre. Los partidos ante el Celta y el Sevilla eran determinantes y el preparador salió airoso.

Sergio Francisco, de la destitución a la confirmación

De hecho, un mes después, la situación es totalmente distinta. Dos victorias y dos empates en los cuatro últimos partidos, además del triunfo copero ante el Negreira. Ninguna derrota desde el último parón de selecciones y una posición clasificatoria mucho más cómoda: 13 puntos, 14º y a tres de los puestos de descenso.

Entre medias, por si fuera poco, el triunfo en el derbi ante el Athletic como punto de inflexión. Uno de esos partidos que se recuerdan todo el curso por el fondo y las formas, con ese gol de Gorrotxategi en el tiempo añadido que suponía la tercera victoria consecutiva de un equipo que, hasta entonces, sólo había ganado un partido.

A base de resultados, Sergio Francisco ha enterrado cualquier rumor de una posible destitución. Un mes después, el técnico afronta el parón con la tranquilidad que aporta, ya saben, lo más importante en esto del fútbol: los resultados.