El primer revés serio que sufrió Rubi en Valladolid

Superada la primera mala racha de la temporada con la victoria (1-0) ante el Real Club Recreativo de Huelva, Joan Francesc Ferrer 'Rubi' sufría un revés muy serio en El Sadar como entrenador blanquivioleta. El equipo mostraba la peor imagen de la temporada y caía ante el conjunto que entrenaba, por aquel entonces, Jan Urban. La derrota (2-1) ante el expucelano hacía saltar las alarmas y señalaba a algunos jugadores antes de Navidad. 

 
El 14 de diciembre de 2014, Rubi asumía cómo de grande era la exigencia del Real Valladolid y qué poco margen de error tenía en la etapa que había comenzado meses antes. Pese a estar cuarto clasificado y a solo tres puntos del ascenso directo (quién lo pillara actualmente), la derrota escocía mucho en el entorno. El planteamiento del catalán no salía bien y jugadores como Johan Mojica, Zakarya Bergdich o Jeffren Suárez quedaban señalados tras la cuarta derrota de la temporada. El motivo de tal enfado era la poca fortaleza mostrada tras la primera gran mala racha de la campaña.

Siempre Óscar

Pese a comenzar perdiendo el duelo por el gol de Javad Nekounam a los tres minutos de partido, Óscar González aparecía antes de llegar al cuarto de hora de partido para solventar los problemas del Pucela. Con el '10' sobre el terreno de juego, el equipo notaba cuál es el peso del jugador. El futbolista, sin una gran influencia en el juego aquel día, aprovechaba una indecisión rival para empatar el partido. Diferencial en el gol. Tristemente, esa alegría duró poco. Antes del descanso, Marc Valiente se anotaba un gol en propia puerta que, casi 60 minutos después, sería definitivo para el resultado. Pese a los intentos poco fructíferos del Pucela, el resultado ya no se movería y el Club Atlético Osasuna se imponía al Pucela.

En inferioridad

El dolor por la derrota fue amplio al ver que los pucelanos no supieron levantar el partido en superioridad. El Real Valladolid no aprovechó la expulsión de Javier Flaño en el minuto 51 y se marchó de Pamplona con las manos vacías. El equipo de Rubi no mostraba la regularidad exigida tras superar el bache de dos derrotas consecutivas que tuvo previamente y la victoria ante el Recreativo quedó en eso, en una simple victoria. 
En Pamplona, el Pucela no fue el equipo que Rubi esperaba y ni la entrada de Óscar Díaz, Omar Ramos y Jorge Hernández mejoraron el bagaje ofensivo del equipo. El juego no estaba al nivel esperado y las ocasiones no llegaron para que, finalmente, Osasuna se llevara tres puntos imprescindibles para salir de los puestos de descenso que ocupaba cuando comenzaba el partido y sobre los que rondaría durante toda la campaña.