Portugal, ahogado por una lamentable racha

Lo cierto es que Miguel Ángel Portugal ha vivido en la cuerda floja desde la derrota (4-1)  ante el Mirandés en Anduva. La imagen del equipo aquella tarde y su rueda de prensa posterior dejaron muchas dudas en el entrenador burgalés para solventar la situación del equipo. Pasadas cuatro semanas desde aquéllo, las incógnitas han sido mayores y los miedos ya irremediables hasta su destitución. La mala racha de puntos del Real Valladolid ha sido histórica y la paciencia con el entrenador, también.

Tristemente el equipo pucelano no ha estado a la altura y su entrenador, tampoco. Si se hubiera confirmado su continuidad, el Pucela hubiera hecho algo histórico. Desde que las victorias se puntúan con tres puntos, las nueve destituciones que se habían producido en el estadio José Zorrilla no fueron con la racha que vivía ahora el equipo. Fueron con mejores números. Un punto de quince posibles, además de ser impropio para un club como el blanquivioleta en Segunda, es insoportable para la figura del entrenador.

Nueve destituciones

Desde el año 1999 el Real Valladolid ha cambiado mucho de entrenador. Las destituciones que se han producido con la temporada en juego se han llevado por delante a entrenadores como Rafael Benitez, Francisco Ferraro, Fernando Vázquez, Sergio Kresic, Marcos Alonso, José Luis Mendilibar, Onésimo Sánchez, Antonio Gómez y Gaizka Garitano.
De todos esos preparadores, ninguno soportó una dinámica tan negativa como la actual. Solamente el hoy entrenador del Newcastle fue relevado de sus funciones tras un punto de quince posibles. La formación del equipo, las circunstancias en las que se produjo y la categoría en la que se jugaba complicaron el despido y lo alargaron en el tiempo. Otros, por ejemplo, fueron sustituidos con cifras mucho mejores. Onésimo fue relevado por Javier Clemente tras cuatro puntos de quince. Meses más tarde, Antonio Gómez lo sería tras seis puntos en cinco partidos. Marcos Alonso, por su parte, en 2006, fue destituido tras conseguir cuatro de quince.
Para una destitución la tendencia tiene que ser negativa. José Luis Mendilibar, por ejemplo, estaba en una mala situación. Dos puntos en cinco partidos propiciaron su salida como ocurrió con Fernando Vázquez o Sergio Kresic. Un punto más se llevó por delante a Francisco Ferraro en 2001 o a Gaizka Garitano hace solo unos meses.
Con todo ello, al repasar la historia reciente del Real Valladolid, uno se puede dar cuenta de que la paciencia del actual Real Valladolid ha sido alta pero ésta ya había superado el límite. Con un punto en cinco partidos no se puede continuar en el banquillo del estadio José Zorrilla. Lo dice la lógica, las sensaciones y la historia.