Tres empates en los últimos 16 estrenos

Dicen en el fútbol que a entrenador nuevo, victoria segura. Este Real Valladolid no tiene ni suerte para eso y el estreno de Alberto López como entrenador del Real Valladolid se saldó con un insuficiente empate (1-1) ante el Club Deportivo Lugo. El tanto de Roger Martí en el último minuto de partido no dio un ápice de alegría al entorno pucelano. Además de por no romper la racha de resultados del equipo blanquivioleta, el entrenador vasco firmó un resultado poco dado en la historia del equipo vallisoletano en un debut.

 

Solo tres empates

Desde el año 2003, cuando Carlos Suárez decidió emprender un cambio en el Real Valladolid y Fernando Vázquez sustituyó a Pepe Moré, el Pucela ha tenido 16 entrenadores y, por lo tanto, 16 estrenos. Si es cierto que solo siete han sido con la temporada ya comenzada, el bagaje de los debuts de los entrenadores en el club vallisoletano no ha deparado muchas igualadas.
Alberto se une al pequeño grupo que comenzó el hoy entrenador del Mallorca con su empate (1-1) en Mestalla en agosto de 2003 y que Javier Clemente siguió con el empate (0-0) en abril de 2010. Pese a que ambos proyectos terminaron con el descenso de categoría, el gran miedo de la entidad, la realidad es que el momento del Real Valladolid pasaba por Primera división, no como ahora.

Contra todo

Pese a que en el fútbol no haya nada escrito, la seguridad y la confianza que se tiene sobre el cambio de dinámica que se produce tras una permuta en el banquillo no se ha cumplido en el Real Valladolid. De esos siete cambios en los últimos 13 años, sólo se han iniciado con victoria en dos ocasiones. El inicio de Marcos Alonso en 2005 y el de Miguel Ángel Portugal en el pasado mes de octubre dieron el pistoletazo de salida con tres puntos. El resto, con la intrascendencia de los últimos cambios de entrenador en el estadio José Zorrilla. Si es cierto que ninguno ha servido para cambiar la dinámica, Carlos Suárez se niega a verse aferrado a un entrenador como sí hizo en otras temporadas, como la pasada o la anterior, en las que la confianza y seguridad sobre un técnico no terminó de dar con el resultado.
Tristemente en este Real Valladolid y en la etapa que le está tocando vivir en la actualidad nada salva de la quema al vestuario del momento ni de la crítica cualquier decisión. Los resultados mandan y éstos no son nada buenos. Más bien de los peores de los últimos años de la historia del club.