El primer gran sonrojo de Antonio Gómez

Si hay que remontarse casi tres años para recordar la última visita liguera del Real Valladolid a Vallecas, toca mucho más hacerlo para conocer la última vez que el barrio vallecano recibía al Pucela en Segunda División. Para ver tal encuentro hay que retroceder hasta la temporada 2010/2011, aquélla en la que Antonio Gómez era el entrenador blanquivioleta. El preparador madrileño, actual ayudante de Rafa Benítez en el Newcastle United, comenzó a vivir el final de su gran oportunidad como entrenador tras enfrentarse al equipo de José Ramón Sandoval.

 
Tras la derrota (3-0) ante el Rayo Vallecano, en lo que fue el primer gran sonrojo de aquella temporada, el Real Valladolid caería eliminado de la Copa del Rey, se impondría al Celta de Vigo en el último segundo de partido y perdería dos encuentros consecutivos que finiquitaron su paso por Pucela. La abultada goleada (4-0) en el Estadio de Chapín ante el Xerez CD y la derrota (0-1) ante el FC Cartagena de Juan Ignacio Martínez en el Nuevo Estadio José Zorrilla finiquitaron aquella tendencia que se comenzó a marcar tras un encuentro que decidieron los goles de Emiliano Armenteros y Lucas Vázquez, actual estrella del Deportivo de la Coruña.

Un Pucela superado

Mientras el Rayo mostraba la fuerza de su proyecto y potencial de una plantilla con jugadores como Javi Fuego, Borja García, Alejandro Arribas o Coke Andújar, el Pucela evidenciaba las dificultades que iba a tener para la temporada y lo mucho que le iba a costar al equipo estar en la zona de arriba. En éste, uno de sus últimos duelos como pucelano, Antonio Gómez mostró no saber qué hacer con el equipo. Un once inesperado y unos cambios más inexplicables aún, dejaron el partido en bandeja de un Rayo que superó ampliamente al Real Valladolid, incluso más de lo que mostró el marcador.
El doble de Armenteros y el tanto de Lucas Pérez, en lo que fue su debut en el fútbol profesional, rompieron los esquemas de un equipo formado por una disposición titular integrada por Jacobo Sanz; Pedro López, Marc Valiente, César Arzo, Guilherme Oliveira; Álvaro Rubio, Jesús Rueda, Nauzet Alemán, Sisinio González; Alhasane Keita y Javi Guerra. La formación variaría con las entradas de Jorge Alonso y Jofre Mateu en el minuto 54 y la de Antonio Calle en el tramo final.
Diferentes opciones y disposiciones que no tuvieron ningún efecto. El Pucela sucumbía en el primer sonrojo de Antonio Gómez. Éste no fue el más grave pero, posiblemente, sí el más decisivo. Con la última visita pucelana a Vallecas comenzó su fin como preparador vallisoletano. Su Pucela estaba roto y desde Vallecas ya nadie lo podía esconder.