Ángel: "A nadie le gusta que le piten"

Ángel García demostró una madurez impropia de un futbolista de 24 años este lunes en la sala de prensa del Nuevo Estadio José Zorrilla. El lateral blanquivioleta le dio absoluta normalidad a la pitada que el domingo recibió de una parte de la afición del Real Valladolid. "Evidentemente, a nadie le gusta que le piten", reconoció el madrileño a la vez que comprendió la reacción del respetable. "Para algo pagan la entrada o el abono. Unas veces son ovaciones y otras pitos. Es un sentimiento que tienen en ese momento. Hay que trabajar para transformarlo".


Tras ser preguntado por ella, Ángel explicó la acción que generó la música de viento. "Me tapan bien. A mí tampoco me gusta recorrer tantos metros hacia atrás, pero dar un pase por dentro suponía un riesgo alto de pérdida. Al público no le gustó, es entendible". Unos pitos que no le amedrentaron. "No me echaron para atrás", dejó claro. E hizo autocrítica con sus primeros minutos. "Es cierto que la primera parte no fue tan buena como esperaba. El primer gol es un cúmulo de mala suerte. Pasa entre las piernas de un compañero y hay unos rechaces en el área. En el siguiente sí puedo hacer más. Le tenía que haber dado la banda en vez del centro". Luego todo cambió. "En la segunda parte forcé un penalti y aporté al equipo todo lo que pude".
Ángel confirma, además, que el árbitro acertó. "El lateral pide el cambio porque en el impacto de la entrada se da un golpe", comentó para garantizar que existió contacto. Una pena máxima que supone la tercera en lo que va de temporada. "El míster es lo que nos pide. Ser profundos y estar muy arriba cuando el equipo tiene el balón. Eso se traduce en que pisamos mucha área. Son ya tres penaltis, es extraño, pero supone una ocasión muy importante para el equipo".