Santo Domingo, un fortín en ruinas

El Estadio de Santo Domingo, hogar de la AD Alcorcón y uno de los estadios más complicados de LaLiga 1|2|3 en los últimos años, no pasa por un buen momento, como tampoco lo hace el conjunto alfarero. Los pupilos de Julio Velázquez no se han mostrado tan fiables como quisieran frente a su público en lo que va de campaña y su bajo rendimiento como locales es uno de los factores que explica su situación en la tabla clasificatoria. Por si fuera poco, los madrileños no han conseguido vencer en sus últimos tres encuentros en su feudo, con mención especial a la reciente derrota ante el Córdoba CF (1-2) que, además, sacó a relucir el enfado del técnico vallisoletano con sus aficionados por la falta de apoyo. El Real Valladolid visitará este sábado a las 18.00 horas un fortín en ruinas.

 
Cuatro triunfos, siete empates y tres derrotas son los números que firma la AD Alcorcón en casa, lo que convierten a los alfareros en el sexto peor equipo en casa de toda la categoría. Cifras que, además, han empeorado recientemente, ya que los madrileños no vencen frente a su público desde el pasado 21 de enero (1-0 frente al Cádiz CF) y encadenan tres encuentros sin sumar los tres puntos: empate ante el Real Zaragoza (1-1), tablas de nuevo contra el CD Tenerife (1-1) y la dura derrota ante el renacido Córdoba (1-2) del pasado fin de semana. Mucho tiempo sin una alegría para un equipo que ya está metido en plena lucha por el descenso.
Además, el valor de los goles se revaloriza aún más en vista del bajo número de tantos que se ven en el feudo del próximo rival del Pucela. Los de Julio Velázquez han marcado 13 y encajado 10 en las 14 jornadas que han disputado en Santo Domingo, con lo que las actuaciones en ambas áreas marcarán el devenir del encuentro.
Más allá del plano deportivo y en vistas al peligro que corre la AD Alcorcón de cara al descenso, se espera una gran entrada en Santo Domingo para recibir al Real Valladolid. Un ambiente que, además, se verá acrecentado por las recientes declaraciones de Julio Velázquez, reclamando más apoyo para los suyos.