Carpetazo a la mala racha

Como en Villarreal o en el Estadio Benito Villamarín, el Real Valladolid sumó una victoria vital en un campo nada sencillo. Los goles de Toni Villa y Antoñito Regal fueron suficientes para que los vallisoletanos resistieran al acoso final de la Real Sociedad y se llevaran tres puntos muy importantes en su lucha por la permanencia. El Pucela rompe así la racha de cinco encuentros sin ganar y toma aire antes de afrontar los últimos dos duelos del año 2018.

Aunque eran los vascos los que parecían tomar el dominio del partido en los primeros compases forzando una falta y amarilla de Fernando Calero, pronto los de Sergio González dejaban claro que no habían viajado a San Sebastián solo de visita. Poco a poco, los pucelanos, bien colocados sobre el terreno de juego, se empezaban a encontrar cada vez más cómodos. Óscar Plano, que ocupaba esta vez la banda izquierda, no tardaba en exigir a Miguel Ángel Moyá con un zurdazo que el meta txuri-urdin despejaba con apuros.

El equipo de Asier Garitano volvía a estirarse buscando abrir el marcador. Sin embargo, un lanzamiento alto de Mikel Merino desde la frontal del área era la antesala del tanto visitante. La presión en ataque de los jugadores vallisoletanos surtía efecto y Óscar Plano robaba la pelota. El madrileño conducía dentro del área y, con un pase interior, enviaba el esférico a Toni, mucho más incisivo por detrás del punta. Timorato de cara a puerta en otras ocasiones, el murciano esta vez no se lo pensaba y, de potente disparo, batía la meta realista sin miramientos. De nuevo, el Pucela volvía a mostrar a domicilio su mejor cara.

La segunda línea, al rescate

La Real tardaba en reaccionar al golpe, pero lo hacía. Tras unos minutos de aturdimiento, se hacía con el control del balón y no igualaba el resultado de auténtico milagro. Una jugada embarullada tras un mal despeje de Antoñito Regal no era aprovechada por William José, que se encontraba la pelota. Esta terminaba llegando a los pies de Juanmi Jiménez, que, solo, en área pequeña, no acertaba a lograr el gol.

Pero el Real Valladolid seguía haciendo de las suyas. Ante la escasa participación de Enes Ünal, la línea de mediapuntas se multiplicaba y Keko Gontán también dejaba su impronta. El jugador tenía en sus botas el segundo, pero de nuevo volvía a aparecer Moyá para repeler la ocasión pucelana.

El Pucela vuelve a golpear

La segunda parte parecía otra historia. Asier Garitano cambiaba de punta con la entrada de Sandro Ramírez y los locales no tardaban mucho en amedrentar a su rival. El canario no atinaba ante Jordi Masip y, poco después, ningún delantero conseguía anotar a puerta vacía después de un balón parado.

Cuando todo parecía decantado hacia el empate, llegaba un nuevo mazazo para los blanquiazules. Antoñito, tras una gran apertura de Rubén Alcaraz a banda, aprovechaba una mala salida de Moyá para sortear de forma perfecta al meta y marcar desde fuera del área.

El segundo tanto blanquivioleta no apagaba las esperanzas vascas. Los guipuzcoanos exprimían al máximo un nueva jugada de estrategia y Mikel Oyarzabal era el encargado de acortar distancias tras empujar el balón en un córner.

Acoso sin derribo

La Real, espoleada por la grada, creía en la remontada y, a pesar del susto que se llevaba en una contra en la que un disparo de Keko rozaba el tercero, lo intentaba sin descanso hasta el final del encuentro. Aunque buscaban tranquilizar el choque, a los visitantes ya no les duraba tanto la pelota en su poder. Sergio daba entrada a Borja Fernández para evitarlo y refrescaba la delantera intercambiando a un inédito Ünal por Duje Cop.

Precisamente, el centrocampista gallego aparecía de forma providencial en el área para cortar un pase muy peligroso. En los cuatro de añadido Jon Bautista tenía cerca la igualada en un cabezazo en un saque de esquina, pero no había tiempo para más. El Pucela se llevaba los tres puntos con una victoria muy importante que, por una parte, rompía la mala dinámica de cinco partidos sin vencer, y, por otra, volvía a dejar claro que el equipo se desenvuelve mejor a domicilio que en el Nuevo Estadio José Zorrilla.