Una montaña rusa que terminó en play off
559 días después, Pablo Hervías vuelve a ser ‘nuevo’ jugador del Real Valladolid. Con el recuerdo de la temporada pasada y, sobre todo, con el plus del riojano para llegar al play off de ascenso y el consiguiente ascenso, el ex de la Sociedad Deportiva Éibar es un jugador que no necesita presentación en el Nuevo Estadio José Zorrilla.
Pablo Hervías es el mismo jugador que llegó a Valladolid el 12 de julio de 2017. Es el mismo y al que ahora se conoce a la perfección en el mundo blanquivioleta, el mismo que celebra su regreso a la entidad.
Además de un jugador vertical, un perfil de futbolista al que le sacó su mejor jugo Sergio González, el segundo fichaje del Real Valladolid en este mercado de invierno es un activo sincero y realista, un futbolista que la temporada pasada se ganó al aficionado y al entorno vallisoletano dentro y fuera del terreno de juego.
Con todo, el Real Valladolid se hace con un jugador que es petición expresa del actual cuerpo técnico, el que más rendimiento le sacó la temporada pasada y, posiblemente, a lo largo de su carrera.
Una llamada de Sampedro
Sin la llegada de Sergio González, nadie se hubiera planteado el regreso de Pablo Hervías. Sin el entrenador catalán, no hubiera sido determinante en Valladolid. El mejor ejemplo es que Luis César Sampedro no contó con el riojano para su último partido como entrenador pucelano.
Cuando el gallego se lo jugó todo, el extremo viajó a Tarragona para ver todo el encuentro en el banquillo. En aquella derrota (1-0) en el Nou Estadi, Hervías sumó lo mismo que Lukas Rotpuller.
Sampedro perdió confianza en él. Durante la temporada, la irregularidad en el rendimiento del jugador le sacó del once. Pese a que en el estreno liguero fue suplente, Hervías tuvo un peso determinante en el buen inicio liguero en la campaña 2017/2018. La unión entre gallego y riojano era muy buena. El mismo jugador la destacó en la web del Club en el mes de noviembre.
Esa fuerza y compenetración inicial se fue rompiendo y Hervías apenas disputó el 25% de los minutos en los últimos cinco partidos de un Sampedro que fue determinante en la primera llegada de Hervías a Pucela.
Sin una llamada del míster, nada hubiera existido porque, como el propio jugador confesó, estuvo “muy cerca” de la Cultural y Deportiva Leonesa y del Cádiz CF. Ahora, la llamada ha sido de Sergio. El catalán, que ya le convenció en verano, se lleva un premio este invierno. Meses después de las primeras negociaciones, la Sociedad Deportiva Éibar y el Pucela han llegado a un acuerdo de su cesión. Sergio lo celebra y la afición se alegra.
Una necesaria salida de Ipurua
El equipo armero deja salir al extremo después de que éste sólo haya contado para José Luis Mendilibar en un puñado de partidos. Su continuidad en el Estadio de Ipurua era inviable. Hervías quería salir para volver al Nuevo Estadio José Zorrilla y el club vasco y el exentrenador pucelano no se lo han negado.
Con todo, Pablo Hervías llega a un club en el que le conocen muy bien después de que hayan pasado 559 días desde su primera presentación. Junto a Borja Fernández, Hervías se vistió por primera vez de blanquivioleta el 12 de julio de 2017.
Aquel fue el inicio de una montaña rusa, consumada y cerrada en un magnífico play off de ascenso después de una temporada irregular que se salvó tras el cambio de entrenador y la marcha de uno de los grandes 'culpables' de su primera llegada a Zorrilla, la que, ahora, es 'su' casa.