Masip y el candado a Zorrilla

El Real Valladolid está en un buen momento como local. El equipo de Sergio González, pese a la derrota (3-0) en Vitoria, está bien situado en la tabla clasificatoria y vive alejado de la zona de descenso, el gran objetivo del Club. El Pucela está bien porque las victorias reconfortan y estas han llegado en las última semanas desde los partidos de local, donde Jordi Masip ha puesto el candado a la portería pucelana.

Pese a las dudas que ha podido ofrecer el cancerbero blanquivioleta en algunas fases de la temporada y en el último encuentro disputado en Vitoria, la realidad actual del '1' vallisoletano en casa es la de seguridad, confianza y dominio del área.

Tras iniciarse en casa con dudas y con el fallo que supuso el empate (1-1) ante el Granada CF, las últimas apariciones del catalán en el Nuevo Estadio José Zorrilla han sido muy buenas.

Jordi Masip suma 318 minutos sin encajar un gol en el Nuevo Estadio José Zorrilla

Además de por haber dejado a cero la portería, Masip ha realizado buenas actuaciones en estos partidos ante el Club Atlético de Madrid (0-0), la Sociedad Deportiva Éibar (2-0) y el Real Club Deportivo Mallorca (3-0).

Con ellos, el Pucela suma 318 minutos sin encajar un gol en Zorrilla. Habiendo recibido sólo dos tantos en los 450 minutos disputados hasta la fecha en casa, el último gol recibido fue el anotado por Carlos Fernández en la visita nazarí a Valladolid.

Dos victorias de prestigio

Tras aquello, la situación había dado un giro determinante. Las dudas sobre Masip se habían alejado, el debate con Andriy Lunin había disminuido mucho y el equipo, que no había ganado en casa, se ha soltado la melena en el Nuevo Estadio José Zorrilla con dos victorias de renombre.

Vitoria ha devuelto cierta crispación y parte de los nervios sobre un portero que recibe con los brazos abiertos el regreso del equipo a Zorrilla, el lugar que le está dando en las últimas semanas toda la paz y tranquilidad que necesita.

El ejemplo son esas dos últimas victorias sumadas en Pucela. Ante dos rivales directos por el objetivo, el equipo ha tenido grandes detalles ofensivos,  pero, sobre todo, una seguridad defensiva tan grande como el papel y la fuerza que ostenta en la actualidad Jordi Masip, el cerrojo de Zorrilla.