La defensa del Pucela, de virtud a defecto

El Real Valladolid sumó una nueva derrota y sigue sin alzarse con la victoria en esta nueva temporada. Esto, en gran parte, se debe a los graves errores defensivos cometidos.

Y es que la gran virtud del equipo en los últimos años se está consagrando en éste como el gran defecto. La baja de larga duración de Kiko Olivas y la marcha de Mohammed Salisu destacan principalmente, aunque el bajo nivel dado hasta ahora por los nuevos fichajes también resulta preocupante.

En estas primeras siete jornadas que se llevan disputadas de LaLiga Santander, el Pucela ha encajado 11 goles, dos más el pasado fin de semana, siendo el equipo más goleado junto con el Valencia CF, el Real Betis y el Levante UD. Las dos últimas temporadas a estas alturas había recibido ocho en la 2019/2020 y seis en la 2018/2019.

Errores incomprensibles

Tampoco es una diferencia muy superior, pero la clave está en cómo se han producido éstos, con fallos defensivos inaceptables. Por ejemplo, el que tuvo Bruno González en el gol de Rafa Mir en Huesca o el penalti de Nacho Martínez sobre Lucas Pérez en el duelo contra el Deportivo Alavés. Son fallos, que encima con el encuentro a favor, no se pueden cometer. Además, ya no es solo por los goles o los fallos, sino por la sensación de debilidad que el equipo ofrece defensivamente.

Los Jawad El Yamiq, Bruno González y Luis Pérez, o incluso el debutante Saidy Janko, están adaptándose al equipo. Aun así, su rendimiento hasta ahora deja mucho que desear. Con la vuelta de Joaquín Fernández y la futura recuperación también de Javi Sánchez, se verá qué cara toma la defensa. Todo hace indicar que la clave son los centrales. Con Kiko Olivas quedaba claro el acompañante de Joaquín, pero, con su grave lesión, hay tres jugadores que ofrecen dudas para un sólo puesto.

Asimismo, el lateral derecho, con la marcha del capitán Javi Moyano, el bajo rendimiento hasta ahora de Luis Pérez y la incógnita de Janko, no pinta tampoco nada bien.

Sin embargo, en las últimas temporadas, a pesar de la buena defensa, el Real Valladolid destacaba defensivamente por su bloque, no solo por la línea de defensa. No obstante, quizás el problema llega por ahí y no tanto por los nombres. En ocasiones el equipo parece despistado, no tiene la concentración de otros años para defender de primeras jugadas asequibles, sobre todo en los balones aéreos. Incluso la falta de un sistema de juego de forma regular este año puede estar afectando al equipo en esta faceta.