El lado positivo de la amplitud de plantilla en el Pucela
El Real Valladolid jugará en LaLiga SmartBank la próxima temporada tras descender de categoría. Los pucelanos presentan el inconveniente de tener una plantilla con una cifra muy extensa de fichas. Sin embargo, el lado positivo de este problemón que tiene la directiva, es que cuenta con jugadores con experiencia en la categoría de plata del fútbol español.
Pleno en los porteros
En la portería, los tres cancerberos han tenido la oportunidad de conocer la Segunda División: Jordi Masip, con el propio conjunto blanquivioleta y con el filial del FC Barcelona; Roberto Jiménez, con el Gimnástic de Tarragona, y José Antonio Caro, que es de esas piezas recién sacadas del horno, ya que la categoría donde ha jugado la pasada campaña es en la de plata, como la mayoría de los cedidos. La conoce por su estancia en la propia Sociedad Deportiva Ponferradina en la temporada 2019/2020, en el Albacete Balompié en la 2018/2019 y en el filial del Sevilla FC en la 2016/2017 y en la 2017/2018.
Algún caso en la zaga
En defensa, se encuentran jugadores como Kiko Olivas o Nacho Martínez, que ya saben lo que es jugar en Segunda con la blanquivioleta. El resto, salvo los casos particulares de Lucas Olaza, Saidy Janko, Javi Sánchez o de Roberto Corral, han vivido la experiencia en otros conjuntos. En la medular, Míchel Herrero y Anuar Tuhami son los dos únicos futbolistas que siguen en la actual plantilla desde el último ascenso. Aunque, el primero tenga ya opciones de poder salir, posiblemente, de la capital pucelana.
En el medio, los canteranos
Los demás ya conocen la dificultad de la categoría. Sólo Kike Pérez y los jugadores del filial que suban al primer equipo tendrán la oportunidad de tener en su currículum que llegaron a jugar en Segunda División con el conjunto que les ha visto crecer. De lo pocas conclusiones positivas que deberían sacar este tipo de futbolistas. Además, si se suman los extremos a lista de delanteros, Pablo Hervías, Óscar Plano y Toni Villa formaron parte de la plantilla del último ascenso y, por ello, vivieron de cerca la euforia en la categoría de plata.
Un pichichi sin experiencia
El resto, salvo el novato Shon Weissman, han tenido minutos con sus respectivos equipos en Segunda. Por lo que, con excepciones contadas, el Real Valladolid jugará en una categoría con futbolistas, con términos académicos, superveteranos. De hecho, las famosas novatadas no tendrán la oportunidad de celebrarse en los aledaños de un Nuevo Estadio José Zorrilla que espera que vuelva su público cuanto antes.