Inesperado protagonista en la celebración pucelana: el escudo

Valladolid ha celebrado la consecución del ascenso de su equipo a LaLiga Santander. Las calles de la ciudad pucelana se inundaron de aficionados blanquivioletas que acompañaron al equipo en barco, y posteriormente en autobús, hasta llegar al escenario en la Avenida de Recoletos, con Ronaldo Nazário a la cabeza.

En pleno colofón y entre música y discursos, los protagonistas fueron cogiendo el micrófono para dirigirse al público. Cuando llegó el turno de José Rojo, Pacheta, el míster tuvo tiempo para repartir agradecimientos. En primer lugar,  reconoció la labor de los futbolistas, diciendo que eran los y entonó con la gente el “orgullosos de nuestros jugadores”.

Pero el plato fuerte llegó al acordarse de Ronaldo Nazário. El entrenador alabó las veces que el presidente transmitió “tranquilidad” en “los momentos de crisis”.  Sin embargo, el protagonismo que acaparó el brasileño se tradujo en un clamor de los aficionados al unísono: “El escudo no se toca”.

Sorprendió la reacción del máximo accionista de la entidad blanquivioleta, que tras pasar el mal trago, acabó besando el escudo del Real Valladolid a petición de los aficionados. Pese al aplauso final a Ronaldo, el sentir de los seguidores respecto al emblema del Club quedó latente una vez más.