Real Zaragoza: 85 años de emociones
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Seis Copas del Rey, una Supercopa de España, una Copa de Ferias y una Recopa de Europa. Nadie diría que es el palmarés del decimocuarto clasificado de la Segunda División Española. En los 85 años de historia que cumple el Real Zaragoza este sábado ha vivido de todo. Desde la gloria más absoluta un 10 de mayo de 1995 al levantar la Recopa de Europa hasta la época más negra en los años 40, cuando el equipo vagaba sin rumbo entre la Segunda y Tercera División. Herido de gravedad tanto en lo económico como en lo deportivo, el club más representativo de Aragón busca ahora salir del infierno de la Segunda División en el que lleva inmerso cuatro años.
Todo empezó el 18 de marzo de 1932, cuando el Iberia Sport Club y el Zaragoza Club Deportivo se fusionaron para crear un club referente en la ciudad, algo que parecía impensable años atrás debido a la gran rivalidad entre estos dos conjuntos. Finalmente, los problemas económicos del Zaragoza C.D. propiciaron el acercamiento de posturas que se plasmó en un documento que firmaron cinco representantes de ambos clubes. El nuevo equipo tomó el nombre de Zaragoza Foot-ball Club y los colores blanco y azul (invertidos) del uniforme de la Federación Aragonesa. Los colores "avispas" del Iberia y "tomate" del Zaragoza C.D. completaban las equipaciones.
En los años posteriores a la creación, el club reunió a la primera gran generación de jugadores de su historia: Los Alifantes. Un conjunto de jugadores formado por Lerín, Inchausti, Gómez, Alonso, Pelayo, Municha, Ortuzar, Ruíz, Amestoy, Olivares, Arnanz, Primitivo, Bilbao y Uriarte. Estos jugadores eran llamados así por un error léxico de un aficionado del FC Barcelona, que impresionado por la envergadura de los defensas zaragozanos exclamó: "Son como alifantes". Esta frase fue recogida por el periodista Miguel Gay y dio nombre a esta primera camada de grandes jugadores blanquillos, que apenas duró una temporada. La Guerra Civil (1936-1939) detuvo la carrera de este grupo de jugadores, que en este corto periodo de tiempo lograron el ascenso a Primera División.
Tras la Guerra Civil, la oscuridad del país pareció plasmarse en el equipo. Las décadas de los 40 y los 50 son de infausto recuerdo para los aficionados de aquella época, ya que el equipo alterna temporadas entre Primera, Segunda e incluso Tercera División. Hasta el año 1957, cuando el Real Zaragoza se traslada desde el vetusto campo de Torrero a una lejana Romareda, el equipo pasa sin pena ni gloria por el fútbol español. Como hecho destacado en los institucional, el Zaragoza Foot-ball Club cambia su nombre para pasar a ser el Real Zaragoza C.D. No sólo el nombre sufre cambios, sino que el escudo también y pasa a incorporar una corona en 1951.
Ya asentados en la actual Romareda, que fue inaugurada el 8 de septiembre de 1957 con una victoria por 4-3 contra Osasuna, el conjunto zaragozano empezó a crecer tanto deportiva como económicamente. El mayor aforo del nuevo feudo blanquillo, añadido a la venta de los terrenos del estadio de Torrero, permitió aumentar los ingresos por taquillas (en aquella época los más importantes) y consolidar las arcas del club.
Gracias a esta situación económica y a una acertada política de fichajes, nació otro de los equipos míticos de la historia del Real Zaragoza: Los Magníficos. Canario, Santos, Lapetra, Villa y Marcelino, formaban una delantera que fue durante años la envidia de todos los clubes españoles; tanto que el último de ellos fue el autor de uno de los goles que valió la primera Eurocopa de la historia para España. Junto a otros jugadores da la talla de Santamaría, Reija o el meta Yarza encadenaron cuatro finales consecutivas de la Copa del Generalísimo (hoy conocida como Copa del Rey). Rápidos, ágiles y creativos, su tesón sobre el terreno de juego y sus éxitos deportivos marcaron un antes y un después en la entidad zaragozana. La marcha de Canario al Mallorca puso el final a esta gran generación de futbolistas.
La primera de esas cuatro finales de Copa consecutivas se celebró el 23 de junio 1963 en el Nou Camp ante el F.C. Barcelona. El gol anotado por Villa no sirvió para neutralizar los tres goles blaugranas, que consiguieron alzarse con el título. La historia cambiaría el año siguiente. El 5 de julio de 1964, el Real Zaragoza se proclamaba Campeón de Copa por primera vez en su historia. Lapetra y Villa fueron los héroes de aquella noche en el antiguo Chamartín, anotando los dos goles que valieron la victoria frente al Atlético de Madrid (2-1).
Al año siguiente, el Atlético de Madrid era el rival de nuevo. Esta vez el título fue para los colchoneros tras vencer por la mínima (1-0). La última final de Copa consecutiva se disputó el 29 de mayo de 1966 de nuevo en el Chamartín, pero esta vez el rival fue el Athletic de Bilbao. Como en el primer título, Villa y Lapetra se encargaron de anotar los goles que dieron la segunda Copa al Real Zaragoza tras vencer por 2-0.
Pero Los Magníficos no sólo tuvieron éxito a nivel nacional. El conjunto aragonés traspasó fronteras y comenzó a labrarse un nombre en Europa gracias a las dos finales de Copa de Ferias que disputó. En 1964, el Real Zaragoza firmó el mejor año de su historia. Al ya mencionado trofeo del Generalísimo, se unió el primer título europeo del club: la Copa de Ferias. Tras eliminar a equipos como Iraklis, Lausane, Juventus o Lieggois, Los Magníficos vencieron en la final al Valencia por 2-1 gracias a los goles de Villa y Marcelino. En 1966, el Zaragoza también llegó a la final de la Copa de Ferias, pero el F.C. Barcelona se terminó llevando el trofeo tras vencer en el global por 4-3.
Otro de los grupos de jugadores que marcó una etapa en el club fue el conocido como Los Zaraguayos. Este sobrenombre viene de la combinación de Zaragoza y paraguayos, nacionalidad mayoritaria de los extranjeros que en los años 70 poblaban la plantilla blanquilla. Bajo las órdenes de Luis Cid Carriega se formó un excepcional conjunto de jugadores que tenía como protagonistas a Felipe Ocampos, Nino Arrúa y Carlos Diarte. El equipo lo completaban otros destacados jugadores nacionales como José Luis Violeta o García Castany.
Los Zaraguayos no llegaron a conquistar ningún título a pesar de su vistoso fútbol. Eso sí, estuvieron cerca de ganar la Liga en 1974 y 1975 (3º y 2º puesto respectivamente) y en 1976 disputaron en el Santiago Bernabeu la final de Copa ante el Atlético Madrid, en la que cayeron ante los rojiblancos por 1-0.
Durante esta época, se construyó la Ciudad Deportiva en Cuarte de Huerva (1974) y se terminaron las gradas cubiertas de Norte y Sur en La Romareda (1977). Cinco años después de esta ampliación llegaría la última reforma del estadio, con el objetivo de adecuarlo al Mundial de 1982. Todas las localidades pasaron a ser de asiento y el aforo se situó en los actuales 34.596 espectadores. Zaragoza acogió los partidos de las selecciones de Irlanda del Norte, Yugoslavia y Honduras.
El 26 de abril de 1986 el Real Zaragoza conseguía su tercera Copa de España, primera bajo la denominación de Copa de S.M. el Rey. Después de eliminar al Real Madrid en las semifinales, el Real Zaragoza venció en la final al F.C. Barcelona (1-0) en el Vicente Calderón. Una falta ejecutada por Rubén Sosa fue la culpable de que el título cayera en manos aragonesas.
En 1992 el conjunto aragonés vivió una nueva transformación, esta vez en lo legislativo. Obligados por un Real Decreto del Consejo de Ministros, el Real Zaragoza C.D se tuvo que transformar en una Sociedad Anónima Deportiva. Alfonso Solans Serrano, dueño de la colchonera Pikolín, se hizo con el 51% de las acciones y pasó a ser el nuevo presidente del ahora Real Zaragoza SAD. Bajo su mandato se consiguió el título más importante de las vitrinas de la calle Eduardo Ibarra: la Recopa de Europa.
En 1991, el Real Zaragoza completa una de sus peores temporadas en Primera División, tanto que se ve abocado a jugar la promoción por la permanencia. El equipo se salvó del descenso tras vencer al Real Murcia bajo las órdenes de un jovencísimo Víctor Fernandez, que había cogido las riendas del equipo bien entrada la temporada tras la dimisión de Ildo Maneiro. A partir de ese momento, el equipo empieza a crecer y a practicar un buen fútbol que pronto dio resultados.
En la temporada 1992-1993 se alcanzaba la séptima final de Copa del Rey. Allí esperaba el Real Madrid y Urío Velázquez, que con un pésimo arbitraje provocó que los blancos se hicieran con el título al vencer en por 2-0 en Mestalla. Este partido es recordado como uno de los mayores "atracos" del fútbol español.
El conjunto zaragocista continuaba siendo un referente en juego, y además los resultados acompañaban. Tras finalizar terceros en la Liga, el 20 de abril del 94 el Real Zaragoza se proclamaba campeón de la Copa del Rey en el Vicente Calderón. El partido tuvo que resolverse en la tanda de penaltis y, después de que el defensa celtista Alejo fallara su penalti, 'Paquete' Higuera anotó el último y conseguía así la cuarta Copa de España del Real Zaragoza. Además, este título permitía clasificarse a los blanquillos para la Copa de Europa de Clubes Campeones de Copa, más conocida como la Recopa de Europa.
En la temporada siguiente el Real Zaragoza logró alzarse con este preciado título europeo. Tras eliminar al eliminar al Gloria Bistrita, al Tatran Presov, al Feyenoord y al Chelsea en unas fantásticas semifinales, llegaba la hora de enfrentarse al vigente campeón en la final. El Arsenal era el último escollo a superar para llegar al edén europeo.
Más de 20.000 zaragocistas se desplazaron a París para alentar a su equipo en el Parque de los Príncipes. El partido, celebrado el 10 de mayo de 1995, puso en jaque la salud cardiovascular de miles de aficionados blanquillos. Tras un inicio igualado, Juan Eduardo Esnaider inuaguraba el marcador en el minuto 67 tras una impresionante volea desde fuera del área que se colaba por la escuadra de David Seaman. Nueve minutos después empataban los ingleses por medio de John Hartson.
Este empate a uno se mantuvo hasta el final del tiempo reglamentario, dando lugar a una prórroga a la que se llegaba con las fuerzas justas. Tan justas que cuando corría el minuto 119:40 Nayim, desde el centro del campo, prefirió no avanzar con el balón y sorprender a David Seaman con un disparo que quedará para los anales de la historia. Desde 49 metros Mohamed Ali Amar, ceutí de nacimiento y maño de adopción, enganchó un volea que trazó una parábola que dejó perplejo al meta 'gunner', que no pudo atajar un esférico que se coló pegado al larguero. Cedrún, Belsué, Cáceres, Aguado, Solana, Nayim, Poyet, Aragón, Pardeza, Higuera y Esnáider, además de García Sanjuán y Geli, escribían así la página más gloriosa de la historia zaragocista.
En los años posteriores se emprendió un relevo generacional obligado que, si bien no llegó a gestas tan altas como aquel mítico equipo de 1995, consiguió varios logros importantes. En la temporada 1999-2000 el equipo, bajo las órdenes de Chechu Rojo, tuvo opciones hasta la última jornada de ganar el campeonato liguero. Un año más tarde, esta vez bajo las órdenes de Luis Costa, el Real Zaragoza consiguió su 5ª Copa del Rey, otra vez ante el Celta. Los goles de Jamelli, Aguado y Yordi sirvieron para poner el 3-1 en el marcador de La Cartuja y traer la Copa de nuevo a tierras aragonesas.
En la temporada 2003-2004, se produjo otro de los momento míticos del zaragocismo: el 'Galacticazo'. El Real Zaragoza, bajo las órdenes de Víctor Muñoz, fue capaz de doblegar a un Real Madrid plagado de estrellas. Fue en la final de la Copa del Rey celebrada en Montjuic, en la que los aragoneses se impusieron por 3-2 en la prórroga gracias a los goles de Dani, Villa y Galletti. Era la sexta y, hasta ahora, última Copa del Rey para el equipo del león rampante. Los éxitos de esta temporada no se quedaron allí, ya que el Zaragoza firmó un sensacional doblete al imponerse en la Supercopa de España al Valencia, campeón de Liga. El conjunto de Muñoz fue capaz de remontar el 0-1 de la ida y finalizar con un marcador global de 2-3 merced a los goles de Álvaro, Galletti y Javi Moreno.
En la 2005-2006 el Real Zaragoza perdió una oportunidad de oro para llevarse la séptima Copa del Rey. Tras eliminar al Atlético de Madrid, F.C. Barcelona y Real Madrid (aquel mítico 6-1 de la ida con 4 goles de Diego Milito y 2 de Ewerthon) en las eliminatorias, el conjunto de Víctor Muñoz realizó un paupérrimo partido ante el Espanyol en la final, llevándose el equipo perico el triunfo por 4-1.
En 2006, las acciones del Real Zaragoza SAD cambiaron de propietario. Llegaba Agapito Iglesias, un afamado constructor que contaba con el apoyo del PSOE, partido que por aquel entonces gobernaba la comunidad. Con una inversión millonaria que atrajo a estrellas como Aimar, D'Alessandro u Oliveira, que se unían a otros jugadores destacados como los hermanos Milito o Zapater, el equipo se clasificó para la UEFA en el primer año de la 'era Agapito'. Al año siguiente, tras fracasar en Europa, el equipo se hundió en Liga, descendiendo a la Segunda División en la última jornada. Esto fue un potente revés para las aspiraciones del constructor soriano, que endeudó de forma irresponsable a un equipo que logró el ascenso al año siguiente.
Ya en Primera, pero con un agujero económico de 140 millones de euros, el Real Zaragoza se vio obligado a desprenderse de sus mejores jugadores. Ander Herrera o Gabi, repescado por el Atlético de Madrid cinco temporadas después, fueron algunos de los jugadores que abandonaron de forma forzosa la nave blanquilla. Un concurso de acreedores entre 2011 y 2012 daba buena cuenta de la delicada situación económica del club. A un ritmo de casi dos entrenadores por temporada en esta breve etapa en Primera, en la temporada 2012-2013 se consumaba finalmente un descenso que se había evitado in extremis en los dos cursos anteriores.
Desde entonces, y con un cambio de propietarios que ha aliviado ligeramente la situación financiera del club, el Real Zaragoza deambula por Segunda División ofreciendo una imagen que no tiene nada que ver con la que mostraba una década atrás. Salvo milagro inesperado, la temporada que viene será la 5ª consecutiva que el conjunto zaragozano afronte en la categoría de plata española.