Los goles que entran por los que salen

El Real Zaragoza ha marcado 20 goles y le han metido otra veintena en lo que llevamos de temporada. Una diferencia goleadora de cero, la única de Segunda División. Cifras muy mejorables tanto a favor como en contra, que sitúan al equipo aragonés en la mitad de tabla. Se trata del noveno club de la categoría que más tantos anota y el undécimo que más encaja.

El cuadro de Natxo González ha logrado por segunda vez durante el presente curso dejar la portería a cero dos partidos consecutivos. Algo que se traduce en puntos y buena dinámica. Dos victorias seguidas ante Numancia y Lorca en las jornadas 8 y 9 y un empate ante el Reus hecho bueno en El Molinón con un triunfo ante el Sporting de Gijón. Son vitales estas rachas.
Estos cuatro partidos no han sido los únicos en los que el Zaragoza no ha encajado en Liga. La Cultural Leonesa no lograró batir el arco zaragocista en su visita a La Romareda. El equipo local empató ante los leoneses. Por tanto, los maños han dejado su portería virgen en cinco ocasiones. Hecho que ha valido 11 puntos en el casillero blanquillo.
Si le damos la vuelta al asunto, el Zaragoza tan solo se ha quedado sin anotar en cuatro partidos: Tenerife (1-0) y  Almería (3-0) fuera de casa, y ante el Alcorcón (0-1), Cultural Leonesa (0-0) y Reus (0-0) en La Romareda. En las 12 jornadas restantes de Liga siempre ha conseguido perforar la meta rival, donde se ha llevado el gato al agua cinco veces, ha empatado otras cinco y ha caído derrotado en ciudades como Lugo o Huesca. 
Es evidente pues que marcar no es sinónimo de ganar, pero más lo es no encajar. De este modo, el Zaragoza se hubiera evitado partidos en los que tuvo que hacer más de un gol para conseguir la victoria. Tres goles necesitó para doblegar al Rayo Vallecano en el feudo blanquillo y dos marcó en Córdoba, con Borja Iglesias como héroe. Peor les fue en Oviedo o en Sevilla, donde en ambos encuentros empataron a dos. Una regularidad de goles tanto a favor como en contra algo engañosa. Los blanquillos necesitan mejorar, aunque parecen haber vuelto al camino correcto.