El peligro de la primera salida del año

Corría el año 2014. Paco Herrera dirigía a un Real Zaragoza que visitaba El Molinón en su primer viaje del nuevo año. Un encuentro en el que Roger inauguraba el marcador tras apenas tres minutos de juego; Nacho Cases y Sergio Álvarez le daban la vuelta al electrónico pero Montañés primero y Cidoncha casi sobre el pitido final le daban al equipo aragonés la victoria.

Aquella de la temporada 2013/14 fue la última ocasión en la que el Real Zaragoza consiguió la victoria en su primer desplazamiento del año. Una auténtica excepción de la norma vivida durante los últimos años, en los que salir de la capital del Ebro en el comienzo de año es sinónimo inequívoco de derrota.
Sucedió así la pasada campaña en el partido en el que Raúl Agné volvió a Tenerife. Un 1-0 que destapó algunas de las carencias tanto del equipo como del entrenador aragonés. Mismo resultado un año antes pero con Lluís Carreras en el banquillo; visita a Oviedo y derrota por la mínima. También en 2015, en un recordado 5-3 frente a Las Palmas que supuso un punto de inflexión para la mentalidad de Popovic, que acabaría llevando al equipo a la promoción por el ascenso.
Eso sólo en el último trayecto en Segunda, pero la norma se repite también durante las temporadas que se estuvo en la máxima categoría. Tanto es así que habría que remontarse hasta 2009 para encontrar un resultado positivo, empate a uno frente al Albacete, en Segunda y con Marcelino García en el banquillo. La anterior victoria en el primer encuentro lejos de La Romareda se aleja hasta 2006, en Mendizorroza, frente al Alavés y con un 0-2 que firmaron Ewerthon y Diego Milito.
Poco queda ya de aquel recuerdo y este Real Zaragoza, que ya logró volver a la senda de la victoria en La Romareda, querrá cambiar también su propia historia en el primer encuentro del año a domicilio para poder dejar de sentir el calor del descenso y poder echar la mirada hacia arriba.