Una situación que Natxo ya conoce
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Una incógnita llamada Wilk
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Todos listos para el partido frente al Oviedo
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A la venta las entradas para el partido contra el Oviedo
El Real Zaragoza es undécimo en la clasificación de Segunda División con 37 puntos. El equipo aragonés ha tomado impulso y se aleja de los puestos de descenso a una distancia de ocho puntos. Respirar para abrir el catalejo, por donde también se ven claros de playoff. Una situación que Natxo González ya vivió el año pasado con el Reus. Los catalanes se encontraban en la misma posición que los maños a estas alturas, pero con dos puntos menos. En todo caso, la brecha respecto a la zona de promoción era idéntica.
No le coge por sorpresa a Natxo González la situación del Zaragoza a efectos clasificatorios una vez finalizada la jornada 27. Una tabla que cada partido que pasa encarece sus registros. Y aunque la reacción blanquilla tras el comienzo de la segunda vuelta parece haber llegado a tiempo, no es fácil encontrarse en tierra de nadie a finales de febrero. El entrenador zaragocista lo sabe bien, ya que en la temporada pasada al mando del Reus también comenzó la jornada 28 undécimo con los puestos de playoff a siete puntos de su alcance, que marcaba el Real Oviedo con 42.
Por aquel entonces, a Natxo no le habían marcado tantos goles. Al menos en la primera vuelta, porque en la segunda ya ha conseguido mantener la portería a cero en cuatro ocasiones. Con el Reus acumulaba tan solo 21 goles en contra, el segundo que menos de la Liga tras el Levante. En el banquillo del Zaragoza ha encajado 29 tantos, ocho más que el año pasado. También marca más. Los 31 que ha anotado hasta el momento el conjunto maño distan mucho de la cifra que lograba sumar el Reus de la 16/17 (22 dianas).
El desenlace en Reus fue feliz. Mantuvo la categoría y la posición en la tabla con 55 puntos. Números que en la capital aragonesa podrían quedarse flojos, en vistas del crecimiento del equipo este 2018. Natxo González es conocedor de una situación que ya vivió en sus carnes, pero cuyos objetivos, a priori, son bien diferentes.