Un duelo con aroma a Primera

El Real Zaragoza recibirá el próximo domingo la visita del Real Oviedo, en el que es el duelo de dos equipos que han vivido tiempos mejores y que tratan ahora de reverdecer viejos laureles. Un encuentro que se ha disputado hasta en 52 ocasiones en la máxima categoría y que ahora se reproducen en la Segunda división.

Porque si la situación del equipo aragonés ha sido delicada durante las últimas campañas, todavía peor ha sido la del Real Oviedo. Una crisis que comenzó con el nuevo siglo y con el descenso de Primera a Segunda, que comenzó a complicar la historia del conjunto carbayón. El infierno de la categoría de plata se le quedó corto y comenzó un periplo que le llevaría por 2ªB e incluso por Tercera, después de un descenso administrativo por impagos. Tras tocar fondo y rozar la desaparición, el resurgir deportivo y el nuevo accionariado han servido para el renacer de un equipo que quiere ahora luchar de nuevo por el ascenso.
Si ahora ambos buscan volver a la élite, en otro tiempo, su lucha fue por evitar el descenso. Ese fue el contexto en el que se disputó el último encuentro entre Real Zaragoza y Real Oviedo en la máxima categoría. Empatados a puntos en la parte baja de la clasificación, aragoneses y asturianos acudían a su cita en la jornada 23 de la temporada 2000/01 con 27 puntos, nueve por encima de la zona de descenso. Un partido tenso del que el ganador saldría con la tranquilidad de dejar a un rival directo tres puntos atrás. La Romareda se vistió de gala y el equipo respondió con creces. Tras poco más de cinco minutos de juego, José Ignacio abría el marcador con un cabezazo a la salida de un córner. Llegaría después el primero de los dos goles de Esnáider, este de penalti. Pese a que Danjou recortaría distancias, el Real Zaragoza acabaría por ser un vendaval que barrería al equipo carbayón por 5-2 con dos tantos del delantero argentino, el de José Ignacio y otros dos más, de Acuña y Vellisca.
Es este el último precedente en la máxima categoría y borrarlo del recuerdo el objetivo de ambos conjuntos. De un Oviedo que quiere ahora mantenerse en la parte alta de la clasificación y de un Real Zaragoza que sin dejar de mirar a la parte baja mantiene la ilusión de seguir escalando hasta alcanzar el que siempre fue su lugar.