La Romareda se prepara para volver a rugir
La afición zaragocista cuenta las horas para volver a su estadio, La Romareda, para animar al Real Zaragoza en su vuelta a LaLiga 1,2,3. Equipo y afición lograron la pasada campaña una comunión que parecía olvidada y que se presume vital para las aspiraciones del equipo. El primer objetivo: ganar en el debut frente al Rayo Majadahonda.
En esta ocasión el calendario ha querido que el equipo aragonés dispute el primer partido de la temporada como local, algo que tan sólo había ocurrido en una ocasión desde que se produjera el descenso a Segunda. En la primera, los blanquillos superaron a un recién ascendido, el UCAM Murcia por 3-1. Pese a que apenas han pasado dos temporadas desde entonces, mucho ha cambiado, tanto en el seno del club como en la propia Romareda.
Trabajos en verano
El estadio zaragozano ha vivido los dos últimos veranos notables cambios. Durante el pasado estío, LaLiga Santander obligó a unificar los colores de las publicidades. Hecho por el que el azul es ahora el color predominante. En el presente, ha sido la grada la protagonista. La creación de una grada de animación ha servido para habilitar una zona en el Fondo Norte. En ella se han cambiado los habituales asientos por otros que permitan la posibilidad a los aficionados de permanecer de pie. Un cambio que también obligará a eliminar la valla que marcaba el perímetro de la antigua zona del Ligallo Fondo Norte. Ahora ocupada por abonados que han sido reubicados de sus anteriores asientos y que han mostrado sus quejas por las dificultades en la visibilidad. También en el Fondo Sur. En la zona alta, lugar de la afición visitante, se ha estado trabajando. Se ha tratado de adecuarla a las necesidades de los aficionados que lleguen a La Romareda desde los distintos puntos de la geografía española.
Todo ello para dar el mejor servicio posible a los cerca de 24.000 abonados con los que cuenta ya el club aragonés. Por eso, se espera que todos los trabajos puedan estar listos ya de cara al primer partido, el del próximo domingo. Aunque en esta ocasión, y como suele ser habitual en estas fechas, la entrada pueda estar muy por debajo de los registros normales del coliseo zaragozano.