El partido más especial para Lucas Alcaraz
El Real Zaragoza afronta una auténtica final contra el Granada en el estreno de Lucas Alcaraz en La Romareda. No es un tópico. En caso de no ganar, sería muy factible caer en descenso. Más allá de todos estos alicientes, hay otro muy especial para una persona en concreto. Alcaraz se enfrenta al equipo de su vida, el club del que es seguidor. El Granada le ha acompañado durante toda su vida, desde su más tierna niñez, cuando era pequeño y soñaba despierto en la grada de Los Carmenes con triunfar en el mundo del fútbol.
Decir que el Granada CF es su familia es una afirmación casi literal: su abuelo, José Manuel González, jugó en ese club durante 11 años (hizo su debut en 1941), y es uno de los jugadores más importantes de su historia. El hijo de este (y tío de Lucas) también jugó en el Granada en los años sesenta. El año pasado, cuando entrenaba al Almería, Alcaraz ya se deshizo en elogios al club nazarí, con deseos de una vuelta a Primera división.
Dejando de lado el tema sentimental, Alcaraz ha dirigido al Granada en tres etapas a lo largo de su vida, en muy diversos contextos. El primero fue en la temporada 1995-96. El club rojiblanco deambulaba por el grupo IV de Segunda B herido en lo económico, soñando de manera muy remota con volver a una élite que aún tardaría casi dos décadas en pisar. Con sólo 29 años, Alcaraz cogió las riendas del equipo a mitad de temporada y estuvo hasta 1998. La siguiente oportunidad le llegaría en Primera, y le regalaría a su equipo dos salvaciones, en 2013 y 2014. En la 2016-17 volvió a mitad de temporada para salvar a una plantilla rota, pero aquella vez fue imposible.
Pese a haber recibido algunas críticas en algún momento, Alcaraz es un técnico querido por la afición de Los Carmenes. La gente le ve como uno de los suyos, lo mismo que él a la entidad, de la que se declara seguidor. El domingo, eso sí, será una de las veces de su vida en que más desee que pierda 'su' Granada por todo lo que hay en juego...