Papu, Guti y la metáfora de una temporada
El Real Zaragoza está inmerso en una temporada difícil, una más, en la que el club se ve relegado a puestos bajos de la clasificación, en la lucha por evitar el descenso. Complicaciones que comenzaron incluso antes del inicio de la competición liguera y que se han ido reproduciendo a lo largo de la misma.
Ya en pretemporada, con Imanol Idiakez dando sus primeros pasos como técnico del conjunto blanquillo, se multiplicaron los futbolistas lesionados, poblando las gradas del campo de entrenamiento en Boltaña y dejando paso a los jóvenes del filial a las órdenes del entrenador vasco. Nombres como los de Eguaras, Guti, Zapater, Papu o Lasure poblaron la enfermería en los primeros días de preparación.
De todos ellos, dos ejemplos quedan como metáfora de lo que está siendo esta temporada: Guti y Papu. Ambos compartían el pasado reciente. El de una temporada anterior de debut como figuras emergentes del Real Zaragoza en el que había cuajado una notable actuación, ayudando en buena medida al resurgir que llevó al equipo a la tercera posición de la tabla al final de la liga regular. De ambos se podía esperar pues, que en su segunda campaña vivieran el despegue definitivo para liderar al equipo.
Nada más lejos de la realidad, las lesiones han cortado de cuajo la evolución de ambos. En el caso de Guti, una pubalgia cuyos primeros síntomas se dieron en el final de la anterior temporada y que le obligó a parar, a operarse y a vivir con dolor, lo que le ha lastrado durante meses y aún ahora provoca que se encuentre lejos de su mejor versión. Algo similar a lo que sucede con Papu, al que una lesión reincidente en el tobillo le ha mantenido apartado del equipo durante semanas, y es precisamente ahora, con el final de la campaña en el horizonte, cuando parece ver luz al final del túnel.
Dos situaciones similares que se traducen también en números. Llamativo el contraste de minutos disputados por ambos este curso, los jugadores de campo que menos acumula, con 280 para el georgiano y 377 para el aragonés, lejos de los 1215 y 1978 que alcanzaron un año antes. Cifra a la que se le puede sumar la de los goles, especialmente en el caso de Papu, que llegó a marcar 8 la pasada campaña por los 2 que cuenta en estos momentos.
Apenas dos ejemplos de cómo el Real Zaragoza ha llegado a la presente situación, pasando del ascenso como objetivo a la lucha encarnizada por evitar el descenso.