El camino hacia la Recopa con José Luis Loreto
El próximo 10 de mayo se cumplirán 25 años de la consecución de La Recopa por parte del Real Zaragoza. Una noche inolvidable para los aficionados del equipo aragonés, que tienen en aquella noche de París uno de los momentos más felices de su historia. Sin embargo, el camino hasta la final fue largo y complicado en un recorrido en el que los nombres de Zaragoza y Aragón se pasearon por Europa.
La primera parada fue ante el Gloria Bistrita, un desconocido equipo rumano que le puso las cosas muy complicadas al conjunto blanquillo. Una eliminatoria que recordamos con José Luis Loreto, un recién llegado a aquel Real Zaragoza y que apenas contó con ocasiones de brillar ante la dura competencia de nombres como los de Esnáider, Higuera o Pardeza. Confiesa Loreto que tras una buena temporada en el Córdoba, no dudó a la hora de fichar por los aragoneses, “tenía el Sporting y tenía el Zaragoza. Claro, en la situación que estaba el Zaragoza, que había ganado la Copa del Rey y que iba a jugar la Copa de Europa, no me lo pensé”.
Derrota en Rumanía
Un equipo en el que pronto vio que se podía aspirar a todo “lo que sucedió fue un reflejo de lo que yo había visto al principio”. Según relata Loreto, desde el primer momento se creyó en la posibilidad de conseguir alzar un nuevo título “tenía la sensación de que sí que se podía llegar a la final”.
De aquel viaje a Rumanía, José Luis Rodríguez Loreto recuerda que “llegas al campo, ves a un montón de militares en la grada, era una situación rara”. Un encuentro que se saldó con derrota para el Real Zaragoza por 2-1, pero que no minó la confianza del grupo “hubo complicaciones pero sabíamos que en el partido de casa teníamos que resolver” y añade “no teníamos la sensación de que no fuéramos a pasar esa eliminatoria”.
La vuelta, en Valencia
Una eliminatoria que se resolvería en el Luis Casanova de Valencia al sufrir una sanción el Real Zaragoza por el lanzamiento de una moneda al colegiado Forstinger de la eliminatoria de UEFA frente al Borussia Dortmund en la temporada 1992/93, que conllevó la clausura de La Romareda por dos partidos. Una circunstancia que recuerda bien Loreto “al final te afecta. Un escenario sin público, sin ambiente de una competición como era la Recopa”. Pero lo importante es que, finalmente, el equipo logró sobreponerse a todas las dificultades para pasar la eliminatoria “el equipo estuvo centrado, supo salir de esa situación airoso y pasar con solvencia”.