Bikoro y la tragedia que le hizo cambiar la toga por el balón
Muchos futbolistas tienen una profesión, a la que les hubiese gustado dedicarse, sino hubiesen llegado a ser jugadores de fútbol, pero la mayoría siempre eligieron el balón como primera opción. Pero en la vida siempre hay excepciones. Fréderic Bikoro Akieme nació un 17 de marzo de 1996 en Duala una de las ciudades más grandes de Camerún, fue un chico aplicado que siempre quiso estudiar derecho y entrar en la universidad, pero un fatídico suceso lo cambió todo. Cuando tenía tan sólo 15 años, sus padres murieron en un accidente de tráfico, por lo que Bikoro tuvo que ponerse a trabajar y cuidar de sus tres hermanos pequeños, y por tanto renunciar a su sueño de estudiar derecho. Un hecho que marcó su vida, ya que dejó los libros y la vida la abrió las puertas del fantástico mundo del fútbol, una pasión a la que llegó sin planteárselo demasiado y que ahora se ha convertido en un sueño que ha cambiado su vida y la de los suyos.
Todo cambió cuando un día acompañó a un amigo a entrenar a un club de Guinea Ecuatorial. En el entrenamiento iban a hacer un partidillo y, como faltaban jugadores, el míster le vio sentado en la grada y le pidió que si podía entrar a jugar con ellos el partido. Bikoro no llevaba botas de fútbol, pero aún así jugó y demostró ser mejor que todos. El entrenador, al ver su potencial, llamó a su tío días después y le dijo que quería que el ahora zaragocista jugase con ellos y le compró un par de botas. De otro partido, aquel en la capital, los ojeadores de la academia Cano Sport le abrieron las puertas de Europa.
Periplo por el fútbol español
Un viaje que no sería fácil. Un breve paso de ida y vuelta al San Roque de Lepe; partidos como delantero en el Lokeren belga; problemas económicos en el Recreativo de Huelva y finalmente la oportunidad de jugar el final de la competición con el Alcalá y la siguiente campaña en el San Sebastián de los Reyes, para firmar a mitad de temporada con el Lorca. Apenas dos encuentros con el conjunto murciano, que descendería de categoría. Eso sí, uno de ellos en La Romareda, un encuentro del que guarda especial recuerdo por el ambiente del estadio, pese a que jugó de central y fue expulsado.
La pasada temporada, de la mano de Dani Aso en el CD Teruel, Federico Bikoro volvió a sentirse un jugador importante, disputando hasta 30 encuentros en Segunda B, lo que le sirvió para ganarse el derecho a soñar con formar parte de este Real Zaragoza. Un sueño por cumplir, como ya hizo con otro, el de vestir la elástica de su selección. Motivaciones que hacen seguir viviendo con una sonrisa al futbolista, cuya vida no siempre fue fácil y al que le queda mucho bueno por vivir. Además, el número '4' del Real Zaragoza cuenta con la doble nacionalidad, camerunesa y ecuatoguineana, pero él decidió ir con la selección ecuatoguineana de fútbol, en la que ha disputado 19 partidos oficiales y ha anotado un gol.
El baile y el basket, sus hobbies
El futbolista del Real Zaragoza se define como un chico tímido, pero que le gusta mucho bailar y estar alegre en su vida privada. El centrocampista del conjunto aragonés también es un apasionado del baloncesto, aparte de ver y jugar al fútbol. Además también cuenta que en sus ratos libres le gusta cocinar.
Yaya Touré, su ídolo
El jugador del Zaragoza, en el vídeo, también explicó quien es su ídolo. Este es nada más y nada menos que Yaya Touré, el excentrocampista del FC Barcelona y del Manchester City. El jugador costamarfileño ha sido uno de los jugadores africanos más populares en los últimos años y siempre ha dejado auténticos golazos y detalles de calidad.
