El Real Zaragoza sigue igual: sin ideas. El ataque de este equipo es prácticamente nulo. O al menos la idea de juego que genera. Además, si a eso se le suma que en defensa sigue sin aportar fiabilidad llegan derrotas así. El Leganés, que tuvo varias ocasiones claras, logró abrir la lata con un voleón de Arnáiz en la segunda mitad. Y no supo reaccionar el equipo. Ni Baraja desde el banquillo.
Lo dijo el entrenador del Leganés, José Luis Martí, en la previa: el Real Zaragoza sufre en las transiciones. Así que sus jugadores sabían que tras robar debían salir como balas hacia la meta de Cristian. Y eso hicieron en los primeros minutos. Apenas habíamos cogido asiento cuando Zapater erró y Arnáiz, que evidenció la falta de velocidad del capitán blanquillo, corrió desde medio campo hasta el área para que el rosarino detuviera el disparo. En la siguiente, en un centro lateral desde banda derecha, Borja Bastón tocó lo mínimo la pelota con la punta de la bota, ante la presencia de un Jair que intentaba molestar al ex zaragocista, pero no encontraba puerta.
Había salido algo dormido el cuadro de Rubén Baraja al césped de Butarque. El Leganés encontraba líneas verticales de pase fácil, lo que insistía aún más en las carencias del Real Zaragoza a la hora de regresar a defender. Sin embargo, la consistencia defensiva del Leganés tampoco era de admirar, algo que mostró Omeruo ante la presión de un Narváez que parecía lesionado y al que tuvieron que atender los servicios médicos. Robo, pase atrás a Nieto y centro chut del canterano que no encontraba ni portería ni compañero.
Se comenzaba a encontrar cada vez más cómodo el equipo aragonés sobre el tapete. Cuéllar empezaba a salir en la televisión, lo que era una buena noticia. Zapater colgaba un gran balón al área y poco le faltó a Atienza para conectar un cabezazo. Sin embargo, las dudas en defensa que ya dejó ver Zapater bien temprano volvían a aparecer. Nieto no tenía fortuna y se resbalaba. Le regalaba el esférico a Ojeda que pudo ingresar en el área desde la banda, para ceder atrás. Santos, que solo veía a Cristian, disparó como pudo pero su intento se marchaba alto.
Desde el ecuador de la primera mitad, hasta los minutos finales de la misma, el juego se concentraba en el medio campo. Ni hacia un lado ni hacia otro se decantaba el partido. Hasta que parecía que metía una marcha más el Real Zaragoza. Primero Chavarría, con un intento de disparo que acababa rechazado hacia un Narváez que no atinaba en controlar. Y segundo con un eléctrico Bermejo que no lograba conectar un disparo certero.
Pero, las dudas atrás no habían desaparecido. Fallo garrafal de Jair, cuyo control dejó solo a Santos hacia la meta de Cristian. El penúltimo toque de balón no fue bueno y el disparo, algo forzado, se estrellaba en el pecho del rosarino. Paradón del argentino, para salvar al cuadro de Baraja. Lo celebraba Cristian, ante la incertidumbre que había en torno a su estado en los últimos choques.
Tras el paso por vestuarios, el partido se animaba. En apenas tres minutos, el Leganés gozaba de tres buenas oportunidades. Y en los otros posteriores, Vuckic tenía dos ocasiones que finalizaba con disparos mal ejecutados. Pero la falta de consistencia en la defensa blanquilla aparecía de nuevo en un córner. Jugada ensayada de los de Martí para que Arnáiz pudiera disparar cómodamente desde la frontal. ¡Y vaya cómo lo hizo! No le encimó nadie y el manchego enganchó una volea directa a la escuadra. No llegaba Cristian y era el Leganés quien abría la lata con un golazo.
Paso adelante obligado de los de Baraja tras el gol pepinero. Guitián y Larra fueron los primeros cambios blanquillos. Y el Leganés se echaba algo para atrás y esperaba a alguna carrera para ver si podía hacer más daño. Pero se conformaba, a priori, con el 1-0. El Real Zaragoza comenzaba a crear algo de peligro. Ya fuera con centros de Nieto o un disparo franco directo de Zapater. Pero no era suficiente.
Las siguientes fichas nuevas que metía Baraja eran Javi Ros y el 'Toro' por Zapater y Vuckic. Pero ni con esas el Real Zaragoza lograba intimidar a Cuéllar. El Leganés se iba cerrando cada vez más, incluso con los cambios de Martí. Pero a este equipo le falta dinamita arriba y una idea de juego que se adapte a sus jugadores.
Al final, no pudo rascar nada el Real Zaragoza. Derrota por la mínima que evidenció lo plano que es este equipo en ataque y los detalles que tienen que seguir trabajando en defensa. Mucho trabajo para Baraja para poder sacarle rendimiento a este equipo.
Con esta baraja no llegamos ni a treinta malas.
A mi me gustaría que el Sr Lalo mirase a los ojos a la afición y le dijese,sinceramente, si el es capaz de formar un equipo equilibrado, capaz de competir en segunda con decoro y criterio,porque a mi lo que me parece que hay una falta de capacidades, de conocimientos y un exceso de soberbia alarmante.
Pienso que la culpa es del entrenador y que habría que destituirlo antes de que sea demasiado tarde. No sabe plantear los partidos y los jugadores salen pollo sin cabeza. Aparde algunas carencias algunas carencias en el equipo, tanto en defensa como en delanteros.