Bono, de las lágrimas en Gran Canaria a héroe del Sevilla
El Real Zaragoza regresa al estadio de Gran Canaria. Un lugar que evoca al zaragocismo el momento, en los últimos ocho años, que más cerca estuvo de conseguir el ascenso a LaLiga Santander. Entonces, seis minutos separaron a los aragoneses de regresar a la élite.
De aque encuentro, entre otras cosas, se recuerda con amargura la imagen del portero blanquillo, un Yassine Bono que lloraba amargamente abrazado a la leyenda zaragocista Andoni Cedrún. Un golpe duro para el joven guardameta cuya carrera ha ido desde entonces en una línea claramente ascendente.
Tras continuar una temporada más en el Real Zaragoza, el portero canadiense de origen marroquí pudo consumar el ascenso con el Girona, equipo en cuya portería lograría asentarse ya en la máxima categoría. De ahí, el salto a uno de los grandes de la competición, el Sevilla.
Con el equipo andaluz, pese a las dudas de su primera temporada, acabó como héroe en el atípico curso marcado por el coronavirus. Clave en la fase final de la Europa League que acabaría levantando. En su segunda campaña, como héroe y portero titular, lo ha jugado prácticamente todo, capaz incluso de anotar un gol. Aunque siempre con el recuerdo de aquella eliminatoria y la dureza de la derrota en Gran Canaria.