Sin noticias de Carbonell
La cantera ha sido una de los principales motivos del Real Zaragoza durante las últimas temporadas. Sin embargo, hay una espina clavada con un jugador en concreto, Luis Carbonell, el que estaba llamado a ser uno de los grandes futbolistas de futuro blanquillo pero que parece haberse diluido.
En el pasado mercado veraniego se decidió que Carbonell abandonara la disciplina del conjunto aragonés. Los cantos de sirena le llevaron al Real Madrid, donde se esperaba que pudiera formar en el equipo filial, en Primera División RFEF, dos categorías por encima del Deportivo Aragón.
Nada más lejos de la realidad, el destino del futbolista aragonés fue el Juvenil A, con el que podía disputar la División de Honor y la Youth League, que ya jugara con el Real Zaragoza. Sin embargo, su participación en el equipo blanco ha sido escasa a lo largo de la temporada y prácticamente nula en los últimos meses, desde que fuera expulsado y sancionado con dos partidos en un partido ante el Alcorcón.
Muestra de los problemas que acumula Luis Carbonell en las últimas dos temporadas. A esta inactividad, que le ha alejado también de la selección española, se le suman los problemas en la rodilla sufridos en la anterior, en la que llegó a debutar con el primer equipo del Real Zaragoza dejando algún destello de su calidad.
Su futuro, parece, volverá a estar en el Real Zaragoza, pues no será sencillo que el Real Madrid haga frente al pago estipulado como condicionante en su cesión al club blanco. Habrá que ver si Carbonell es capaz de encontrar su lugar en el cuadro blanquillo o si su futuro empieza a complicarse con apenas 18 años cumplidos.
Ya se le veía que le faltaba disciplina y que convertirlo en estrella cuando aún no había ni debutado con el primer equipo fue de todo menos beneficioso. Aún está a tiempo pero solo existe una fórmula para triunfar. Trabajo, trabajo y trabajo.
Carbonell tiene que volver al Real Zaragoza de dónde nunca debió salir y recuperar su mejor versión. Junto a Azon harían verdaderas diabluras, pero como algunos son muy listos no paramos de hacernos daño a nosotros mismos.