La despedida de Alberto Zapater ha sido, sin duda, el momento más especial, y a la vez más duro, de toda la temporada. La Romareda fue una fiesta, pero las casi 25.000 personas presentes en el estadio zaragozano fueron conscientes de que se va una leyenda del club. Alguien que se ha dejado la piel por este escudo, poniendo en riesgo en más de una ocasión su propio físico para tratar de ayudar al equipo. Alguien que ha intentado levantar hacia arriba a este equipo, devolverlo al lugar donde le corresponde, aunque a veces fuera en contra de toda lógica. Este viernes dijo adiós alguien que ha dejado huella en prácticamente todos y cada uno de sus compañeros durante todos estos años. O si no, que le pregunten a Borja Iglesias, actual jugador del Real Betis.

Y es que la despedida del 'Panda' ha sido una de los más emotivas. Si por algo se ha caracterizado el delantero es por su naturalidad, su forma tan llana y sincera de hablar y por ser una persona muy sensible. Cuando, además, recuerdas que es tan zaragocista como el que más pese a haber estado tan solo un año como cedido y que casi se logra, gracias a sus goles, el tan ansiado ascenso... Es un tío tan especial porque sabes que esas palabras son tan sinceras como lo fueron sus lágrimas tras perder contra el Numancia en aquel maldito play off.

Coge pañuelos para leer a Borja Iglesias

Y es que, por encima de todo, Borja Iglesias destaca el privilegio de haber podido jugar con él: "Tuve la gran suerte de compartir vestuario contigo. Me hubiese encantado algún día volver y que nunca te hubieses ido de ese vestuario", arranca, para seguir con su total y absoluto agradecimiento al capitán: "Gracias por todo lo que me ayudaste y gracias por ser parte fundamental del corazón del Real Zaragoza", prosigue.

Y es que, por encima de todo, Borja Iglesias tiene muy claro qué es Alberto Zapater: "Ejemplo de jugador, pero sobre todo de humildad y trabajo". El 'Panda' finaliza este precioso mensaje con un sencillo pero emotivo "Te quiero Zapa".