Pablo Alfaro recuerda la lección de Radomir Antic en el vestuario del Zaragoza: "Literalmente no puedo"

Pablo Alfaro desempolva sus primeros recuerdos futbolísticos. El ahora entrenador cosechó una importante colección de títulos como jugador, dando sus primeros pasos en la élite con la camiseta del Real Zaragoza. El canterano blanquillo recuerda su defensa del escudo del león, una etapa en la que quedó marcado por Radomir Antic.

Todo ello ha ocurrido en una entrevista concedida al podcast Offsiders. Allí, 'el Doctor' recuerda sus inicios en el fútbol y un inolvidable debut con el equipo maño: "El Zaragoza siempre suele hacer un pequeño stage en el Pirineo aragonés, normalmente. Y de allí a una gira en México. Jugué, jugué y jugué y fui titular en el primer partido de liga contra el Rayo Vallecano, lateral izquierdo y el sueño de mi vida. Debut en Primera División, con tu equipo, tus padres viéndote... empezar a remar".

El que fuera defensa central compaginó el deporte rey con sus estudios: "Cuando acabó la primera temporada hice la primera reflexión. Si tenías clase a las 8 de la mañana iba, a las 9 me salía porque iba a entrenar y si a las 2 tenía otra clase pues iba. Con los compañeros de la Universidad, 'oye, dame los apuntes y toma una entrada'. En el caso de la medicina es una carrera en la que hay que meter muchos codos y las prácticas, eso si que no me salté ni una".

Pablo Alfaro y la lección de Radomir Antic en el vestuario del Zaragoza

En su temporada del debut, Pablo Alfaro reconoce que sintió presión, pero la ayuda de Radomir Antic fue clave para aprender a gestionarla: "Noté presión, sí, pero al final, si quieres estar aquí tienes que soportar eso. Ahí tuve muy buen profesor con Radomir Antic. El día que yo debuto contra el Rayo, ganamos 2-0, imagínate. Ese día me muero y soy feliz. Eso fue un domingo, y el lunes por la mañana había que entrenar, ¿Qué haces el lunes por la mañana? Lo primero que haces es comprarte el periódico".

Fue entonces cuando el ahora técnico narró la gran enseñanza que le brindó el que fuera entrenador blanquillo: "Llegas al vestuario y llega Radomir Antic y ve al chaval que acaba de debutar viendo el periódico. Y me dice: "Pablo, qué. ¡Uy, qué foto más chula!". Hablando como él hablaba en yugoslavo. Y dice: "¿Me la dejas, me dejas verla?". Coge la página, me da el periódico sin la página, me hace una bola de papel... y la tira a la papelera".

Pablo entendió a la perfección el mensaje y desde entonces cambió su forma de gestionar el éxito: "Literalmente no puedo decirlo: "Pablo, esto mañana estará en la papelera o alguno lo utilizará para limpiarse otras cosas. Capta el mensaje". Al final los veteranos te dicen que, lo que te ha querido decir, todo el subidón que llevas hoy, la semana que viene es otro. Dale la importancia que tiene, no más. Y eso se te queda para siempre".