Isco Alarcón, un regreso amargo seis años después: un penalti, 91% de pase, seis pérdidas...

Isco Alarcón ha vuelto a jugar con España seis años más tarde. El jugador del Real Betis disputó 45 minutos en la derrota ante Portugal en la final de la Nations League, dejando atrás más de un lustro en el que no había vuelvo a vestir los colores de la selección. Su regreso fue amargo, eso sí, pues La Roja perdió el título en la tanda de penaltis tras el fallo de Álvaro Morata.

No había tenido minutos el malagueño en el duelo ante Francia, por lo que su entrada fue algo sorprendente en la final frente a Portugal. No por calidad, no porque nadie dude de su categoría, sino por el hecho de que llevaba seis años sin jugar... y entró precisamente en el momento decisivo de una final.

De hecho, sorprendió que Luis de la Fuente quitara a Pedri del terreno de juego cuando, quizá, lo que pedía el partido era colocar al canario en la base de la jugada, junto a Zubimendi, para dejar a Isco más cerca del ataque.

Isco no jugaba con España desde el 10 de junio de 2019, frente a Suecia, en un partido bajo el mando de Luis Enrique que se disputó en el Santiago Bernabéu. Desde entonces, no había sido convocado ni una sola vez hasta este parón de selecciones, en el que fue una de las novedades de la lista.

El partido de Isco Alarcón en el España-Portugal, en datos

El centrocampista saltó al campo en el 75' en sustitución de Pedri para jugar por detrás de Oyarzabal y jugó 45 minutos, contando con la prórroga. Le costó un poco entrar en el partido y quizá le falto algo de protagonismo, pero lo cierto es que el juego general del equipo tampoco ayudó.

Hizo un disparo a portería que le salió demasiado centrado y al que respondió bien Diogo Costa. Tuvo un 91% de acierto en el pase, entregando la pelota 31 veces a sus compañeros de 34 intentos. Ganó dos de los tres duelos que disputó y perdió seis balones.

Le faltó generar más en ataque. No concretó ningún centro y sólo acertó uno de sus tres pases en largo. No hizo ningún último pase para generar ocasiones, provocó dos faltas e hizo una. Le tocó tirar el tercer penalti y lo lanzó a su izquierda, anotando el 3-3, antes de que Morata fallara el cuarto. A sus 33 años, Isco volvió a sentirse internacional en un duelo que acabó de la peor manera posible.