Detrás de un gran portero siempre hay una gran mujer
Curiosa la historia, una de ellas, que contó Javi Varas, portero del Sevilla, este martes en la televisión oficial del club. El meta relató cómo tras un partido en el que curiosamente jugó como titular, ante el Karpaty Lviv, de la Liga Europa, de hace un par de temporadas, en el que el conjunto nervionense ganó 4-0, bastante cómodo y sin gol encajado alguno, volvió a su casa bastante desanimado. "No tuve buenas sensaciones, la verdad es que me marché descontento", recuerda. Por entonces Varas apenas tenía oportunidades, era suplente y veía su futuro en el Sevilla bastante incierto. Aquel partido fue un misil a la flotación de su estado de ánimo. Pero algo cambió esa misma noche. Apareció su mujer para decirle "tres cosas muy claritas".
"La verdad es que siempre he dicho que tengo que agradecerle mucho a mi mujer, porque siempre me ha apoyado y me ha dado fuerzas cuando no las tenía. Aquel día yo la verdad es que estaba mal y ella me ayudó, me animó. Me dijo tres cosas muy claras que me hicieron cambiar el punto de vista de las cosas. La verdad es que desde entonces veo las cosas de forma diferente, y ha ido bien", comentó el canterano sobre aquel momento que recuerda con bastante cariño.
Fue una de las anécdotas principales que revivió Varas, que desveló que después de cada partido vuelve a ver el encuentro completo en su casa par repasarlo y ver posibles fallos.